“La estufa de mi casa es eléctrica y nosotros no nos preparamos porque pensábamos que todo se iba a resolver rápido. Teníamos para resolver dos o tres días, ya después del tercer día yo me empecé a desesperar. Yo decía ‘Dios mío, qué voy a hacer, qué le voy a ofrecer al nene’, recuerda Darlene durante una entrevista del diario Primerhora.
Desesperada después de buscar por todas partes y con sólo 42 dólares en el bolsillo y decidió actuar. Ella misma iba a encargarse de hacer las cremas que necesitaba su hijo, y las haría también para toda esa cantidad de personas que encontró también desesperadas por conseguir comida a un precio asequible.
Una semana después del huracán, Darlene y su marido, Ernesto López, crearon Solo Cremas. Un puesto donde sus clientes podrían encontrar gran variedad de cereales calientes saludables para llevar.
El puesto terminó siendo un éxito. Fue un auténtico oasis para madres necesitadas de dar un buen desayuno a sus hijos, pero también para los ancianos.Y por supuesto, su hijo Gael tenía su buena ración asegurada.
Pasados los momentos más duros tras el paso de la tormenta, Darlene y Ernesto mantienen a sus clientes. Además, han ampliado su negocio a un total de cuatro puestos.
Darlene, prepara con todo su amor cremas de avena, harina de maíz y sabores como guayaba, punking spice, nutella y limón que le encantan a todos.
Qué lindo que del amor de una madre haya surgido un proyecto no sólo para ayudar a su hijo, si no para todos los demás. Por favor, compártelo si también te conmovió el modo en que esta familia pudo salir adelante tras el paso del huracán María.