Uno de eso trabajadores, Jeff Reick, llevaba varios días seguidos viendo a Gloria en la ventana y estaba preocupado por ella, la saludaba y ella le devolvía el saludo. Luego Gloria notó que Jeff había escrito algo con tiza en una de las vigas de acero. Decía: “¡Que te mejores!”.
“Vi a la señora mirando por la ventana y pensé que sería un gesto bonito escribirle ¡que te mejores!” dice Jeff a Pittsbrugh’s Action News.
Pero fue la respuesta de Gloria lo más conmovedor de esta historia.
Gloria quería, sin duda, devolver el gesto amable y escribió las palabras ”¡Tened cuidado!” en un papel que fijó en su ventana.
Cuando Jeff vio la nota, se volvió hacia su compañero y dijo: ”¿Has visto eso?”
Jeff se sintió muy conmovido por el mensaje, fue justo el consejo que su equipo tenía que escuchar aquel día que hacía mucho viento, algo que aumentaba el peligro del trabajo, la seguridad es algo que toman muy en serio.
Ese mismo día se acercó un desconocido con un sobre a Jeff y a sus compañeros, contenía dinero para el almuerzo para todo el equipo, fue otro gesto bonito que alegró ese día frío para Jeff y los otros constructores.
Imagínate cuánto pueden calentar unas palabras amables.
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