Cannabis es en realidad el nombre común para la marihuana, el hachís y el aceite de hachís. Estas drogas contienen la sustancia THC, delta-9-tetrahydrocannabino, que afecta al cerebro de la persona que lo ingiere.
El THC libera dopamina en el cerebro, y crea una sensación de armonía y aumenta algunas percepciones de los sentidos.
Pero hay muchos efectos secundarios.
El cannabis afecta a la concentración y empeora la memoria y el aprendizaje, puede además provocar angustia y pánico.
Los cerebros de los jóvenes son extra sensibles al cannabis, debido a que la maduración biológica del cerebro continúa hasta la edad de 25 años aproximadamente.
Si comienzas a fumar cannabis ya de joven, corres el riesgo de limitar el nivel de IQ y el aprendizaje de adulto.
Aquí siguen 7 peligros del cannabis que todos los jóvenes deben conocer:
El uso regular del cannabis puede impedir el desarrollo psicológico y por lo tanto también de la personalidad. Los efectos de la droga hacen más difícil reflexionar y altera la forma de pensar.
El uso del cannabis afecta las funciones del cerebro, empeora la concentración y el aprendizaje.
El uso temprano y frecuente del cannabis aumenta el riesgo de enfermedades psicóticas, tales como la esquizofrenia, sobre todo entre las personas que ya tienen problemas psicológicos o que son propensos a enfermedades psicológicas por herencia.
Debido a que el cannabis afecta las funciones psicomotoras y la atención, aumenta el riesgo de accidentes de tráfico al conducir su bajo influencia. Varios estudios muestran que el riesgo de tener un accidente grave es el doble si conduces después de consumir drogas. El riesgo es aún mayor si además has tomado alcohol.
El uso de cannabis durante el embarazo puede causar daños al feto y provocar un peso menor en el momento del parto.
El uso frecuente del cannabis aumenta el riesgo de bronquitis crónica y otras enfermedades graves de las vías respiratorias.
Al usar el cannabis frecuentemente hay un riesgo mayor de desarrollar una adicción, aproximadamente el 10 % de los que comienzan a usar la droga se vuelven adictos. El riesgo es mayor para los que comienzan a usar la droga durante los primeros años de la adolescencia, para este grupo, una de cada seis personas desarrolla una adicción.
Fuente: folkhalsomyndigheten.se
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