El abuelo sabía que se iría pronto y quería hacer algo para facilitar este proceso a su familia. Pero en lugar de dejar una carta de despedida creó algo en lo que realmente su familia pudiera apoyarse.
El abuelo tomó una de sus camisas y la convirtió en una cojín. Pero no fue sólo el cojín lo que hizo que se echaran a llorar… En una esquina había un mensaje para sus seres queridos:
«Esta es una camisa que solía llevar. Siempre que abracen esto sabrán que yo estoy ahí. Con amor, el abuelo».
Creo que esta ha sido una hermosa manera de hacer que su familia recuerde a su abuelo.
Perder a un miembro de la familia pero recibir un regalo como éste puede aliviar mucho el proceso de luto.
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