Cuando cumplió 2 años, la mamá de Sophia, Brandi Benner, decidió premiarla por haber aprendido a hacer sus necesidades en el orinal. Las dos se dirigieron a una tienda de juguetes en Carolina del Sur, en Estados Unidos, donde la pequeña pasó un buen rato tratando de elegir muñeca.
Sophia tiene muy claro que quiere ser médico cuando sea mayor, así que automáticamente se sintió tentada por la muñeca médico. Tomó su nueva muñeca y se dirigió junto a su mamá a la caja para pagarla.
Cuando la cajera vio la muñeca se dio cuenta de un detalle: era negra. Entonces le preguntó a la niña si se trataba de un regalo “para alguna amiga”. Sophia no parecía entender la pregunta y su mamá explicó a la cajera que era un regalo por haber aprendido a usar el orinal.
Ante la indignada mirada de la madre de Sophie la cajera dijo a la niña: “¿Estás segura de que esta es la muñeca que tu quieres corazón?”.
–“¡Sí, por favor!”, respondió la niña.
– “Pero ella no se ve como tú. Tenemos muchas otras muñecas que se parecen más a ti”.
Antes de que la madre de Sophie, furiosa, pudiera replicar a la cajera, la niña dio la respuesta perfecta:
“Claro que lo es. Ella es una doctora, como yo y yo soy una chica guapa y ella es una chica guapa. ¿Ves su bonito cabello?¿Ves su estetoscopio?
Tras semejante respuesta la cajera no dijo nada más y esto solo confirmó que los niños, definitivamente, no nacen racistas.
La mamá de Sophie narró todo lo sucedido en su cuenta de Instagram y su post se volvió viral. Aunque ha recibido muchos comentarios de apoyo, también algunos muy negativos.
Fuente: Instagram
Pero nada importa, esta niña es muy feliz con su nueva muñeca y se la lleva a todas partes. Nosotros nos alegramos que padres como los de Sophie eduquen a sus hijos con valores como el amor, la tolerancia y el respeto al prójimo. ¡Por favor, comparte su historia con tus amigos y familiares en Facebook!