Durante años, un trozo de tierra en Richmond, California, propiedad del gigante energético Chevron, contó con un misterioso monumento al lado de la carretera. Nadie tenía idea de quién lo colocó ahí o lo mantenía, reportó NBC News.
Pero resultó que el cuidador del monumento era Ray Olson. Visitó el lugar cada noche por más de 12 años en honor a su hijo, quien murió en un accidente de carretera en ese preciso lugar.
Entonces en 2016, a Ray se le rompió el corazón; se enteró de que iban a construir en ese lugar.
Ray estaba seguro de que Chevron iba a destrozar su monumento y sus recuerdos con él. Pero nunca imaginó que la empresa construiría un nuevo montumento en su lugar. Chevron colocó una placa honrando al hijo de Ray y colocó un banco al lado para que Ray pudiera sentarse.
«Nosotros dijimos: este es tu lugar, Ray. No tienes que venir más en la noche», dijo Joe Lorenz, de Chevron, a NBC News.
De esto va la amabilidad y la compasión. Por favor, comparte esta historia con los demás si también te tocó el corazón.