Lo primero que hizo Scaravella es poner un anuncio en la prensa local en italiano buscando «nonnas» (abuelas) para trabajar en la cocina elaborando platos tradicionales italianos.
Así es como comenzó la trayectoria de Enoteca Maria, un restaurante ideado para que los clientes puedan degustar auténtica comida casera.
Ellas elaboran para los clientes los platos que tantas veces ofrecieron a la familia y los comensales disfrutan siendo transportados, a través de los sabores, en un viaje por las tradiciones que sobrevivieron generación tras generación.
La idea fue un éxito y evolucionó hasta el punto en que hoy Scaravella ha abierto la oferta a nonnas de otras partes del globo.
Abuelas de Siria, Nigeria, Polonia, Argelia, Argentina o Liberia (en la foto de abajo) han pasado por la cocina del restaurante para que los clientes se deleiten con las recetas culinarias de sus respectivas naciones.
Scaravella comenta que no es fácil reunir a varias abuelas en la cocina. Todas suelen ser las jefas de sus propias cocinas en casa, así que cuando trabajan juntas a veces es difícil establecer ciertas jerarquías…
Aun así, el resultado salta a la vista, los clientes no dejan de llegar.
El dueño afirma que incluso recibe llamadas de Australia y Europa para reservar mesa, y que muchos clientes toman el ferry desde Manhattan para degustar las recetas de estas abuelas.
¡Lo que daría yo por tener este restaurante cerca mío! ¿No es una idea fabulosa?
Por favor, compártela con tus amigos y familiares en Facebook en honor a esas abuelas y sus platos de toda la vida…¡Qué nostalgia!