Anthony Maslin y Marite Norris y sus 3 hijos Mo, Evie y Otis eran una preciosa familia australiana que había viajado a Holanda de vacaciones.
En julio de 2014 el vuelo MH17 había partido de Holanda con destino a Kuala Lumpur. El avión, de Malaysia Airlines, cayó en Ucrania tras se disparado (por error) por un misil. En el aparato viajaban 298 personas. Todas murieron.
Mo, Evie y Otis estaban entre los pasajeros. Los pequeños volaban con su abuelo, Norris, desde Amsterdam a su país, Australia, para empezar las clases. Los padres de los niños, Anthony y Marite, no viajaban en el avión porque habían decidido quedarse unos días más de vacaciones en Amsterdam.
La pareja sufrió un golpe difícil de imaginar, y escribieron un mensaje dirigido a soldados, políticos, familiares y amigos en el que decían que no hay odio más fuerte en este mundo que sea más grande que el amor que ellos tenían por su familia.
“Nuestros hijos no están con nosotros. Tenemos que vivir con este acto tan horrible, todos los días y a cada momento del resto de nuestras vidas. Nadie se merece lo que estamos viviendo, ni siquiera las personas que derribaron el avión donde viajaba nuestra familia”.
Ahora, dos años después de lo ocurrido, la pareja da la bienvenida al mundo a una nueva hija, Violet, quien les devuelve la esperanza y las ganas de vivir.
“El nacimiento de Violet es la muestra de que el amor es más fuerte que el odio”, explicaron Anthony y Marite en un comunicado, según informa 9news, y añaden: “Seguiremos queriendo a nuestros cuatro hijos por igual. Violet nos trae esperanza, esperamos que también se la de a ustedes”.
Qué fuerza hay que tener para salir adelante. Esta pareja de verdad se merece este regalo de la vida.
Les deseamos lo mejor a ellos y a su pequeña Violet, quien ha llegado al mundo para hacerles recuperar la sonrisa y devolverles la esperanza.