Se trata de una profesora estadounidense que suele entregar una hoja en blanco a sus alumnos. En él hay un cuestionario con dos sencillas preguntas:
- ¿Con qué cuatro niños quieres sentarte la semana que viene?
- ¿Quién es el que mejor se portó esta semana?
Los niños responden sabiendo que no van a sentarse con los niños elegidos, pero es que esta maestra no está pensando en redistribuir las mesas, sino identificar qué niño queda marginado.
Suele ser el niño que no aparece en ninguna de esas hojas, alumnos a quienes les cuesta relacionarse con el resto.
Con las respuestas elabora un organigrama de la clase que le permite ver quién es el líder, a quién admiran más el resto de alumnos, quienes no son populares pero tienen amigos y quienes quedan apartados del resto. Estos son precisamente posibles víctimas de bullying, los niños solitarios.
Luego, para prevenir el acoso, propone varias soluciones, como organizar asambleas de clase para exponer los problemas relacionales, empatizar con los alumnos conociéndoles mejor, organizar actividades de convivencia o enseñar a los niños a relacionarse.
La empatía lo es todo en el aula y los profesores son los que más posibilidades tienen de analizar cómo se relacionan los niños con sus compañeros de clase y ayudarles a integrarse, y al resto a respetar a las personas más débiles, diferentes o introvertidas.
Según los expertos, los primeros años de escolarización, durante la primaria, son esenciales para el alumno.
Por favor, comparte este método contra el bullying, quizás inspira a otros docentes en escuelas de todo el mundo. Esto puede contribuir a un problema que afecta a miles de menores para los que ir a estudiar se convierte en un auténtico calvario.