Philippe quiere que el máximo número de padres se beneficien de estas clases.
En ellas enseña a hacer colas de caballo clásicas, todo tipo de trenzas y moños.
Según explicó, mientras peina a su hija ésta le cuenta sus reflexiones sobre la vida, sus pensamientos y él aprovecha para contarle sus sueños de futuro. Es un ritual muy terapéutico.
Philippe dice estar muy orgulloso de los padres que participan, ya que están creando fuertes lazos con sus hijas.
Desde luego las hijas parecen bien contentas de contar con este espacio para compartir tiempo juntos.
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