En las últimas semanas las bombas han caído como lluvia sobre Aleppo, la segunda ciudad más grande de Siria.
Pero a pesar del caos, el médico pediatra Mohammad Wassim Maaz había rehusado dejar la ciudad donde creció. Era el último médico pediatra que se había quedado en la guerra y estaba trabajando día y noche en el hospital de Aleppo. Lo describen como una persona tenaz y de buen corazón que siempre se reía, junto con el personal del hospital salvó a muchos niños inocentes, víctimas de la guerra que atormenta al país desde hace 2011.
La semana pasada los aviones militares del régimen bombardearon el hospital Al-Quds, en Aleppo, y Mohammad Wassim Maaz falleció. Aparte de Maaz, en los ataques también murieron tres enfermeras, un odontólogo y 22 pacientes.
Syrian doctor Mohammad Wassim Maaz «saved the lives of countless children in war-torn Aleppo before he was killed» https://t.co/EyQanNRzPA
— Priyanka Boghani (@priyankaboghani) April 29, 2016
El doctor Hatem, compañero y amigo de Mohammad, escribió un conmovedor mensaje a su amigo por Facebook, después de haber recibido la noticia, Hatem es el jefe del hospital infantil de Aleppo donde Maaz trabajaba.
– Solíamos pasar seis horas al día juntos, era un hombre educado y amable, que siempre bromeaba con el personal. Era un médico maravilloso en nuestro hospital y el más talentoso de toda Aleppo, escribe Hatem según el diario Svenska Dagbladet.
Alrededor de 250 personas han muerto tras el bombardeo intensivo en Aleppo la semana pasada, entre los muertos hay 40 niños según una organización opositora y observadora de los derechos humanos que supervisa la guerra desde Gran Bretaña, y las reacciones por parte del resto del mundo han sido fuertes.
EEUU requiere que el régimen sirio termine con sus ataques en Aleppo. El ministro estadounidense de relaciones exteriores, John Kerry, requiere que el régimen de Assad termine con “los ataques aéreos indiscriminados” en la ciudad, escribe la agencia de noticias Reuters.
La guerra en Siria comenzó como una rebeldía pacífica contra el régimen del presidente Bashar al-Assads en 2011. Pero las protestas fueron enfrentadas con violencia por parte del régimen y el conflicto se convirtió a una guerra civil, más de 270 000 personas han fallecido en el conflicto y millones de personas han huido de la violencia.
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