1. Un miembro más de la familia
Criar a un cachorro de perro requiere paciencia, pero con el tiempo no te arrepientes, se termina convirtiendo en el mejor amigo que podías tener y en un integrante más de la familia.
2. Incondicional
Te acompaña allá donde vayas y nunca te pide nada a cambio.
3. En las malas y en las buenas
Bien sabida es la fidelidad de los perros con sus dueños. En las buenas y en las malas, ese amigo peludo siempre está ahí y es una gran compañía.
4. Positivo
Siempre está listo a hacerte a reir con su alegría y sus sonrisas caninas.
5. Ojos adorables
Cuando las cosas no van bien, basta con mirar estos ojos para que todo se te pase. Se te llena el corazón de amor.
6. Siempre dispuesto a dar amor
No importa el momento, tu perro siempre está ahí dispuesto a darte amor y recibir caricias.
7. El mejor compañero cuando estás mal
No hay mejor compañero que un perro cuando estás mal de ánimo o enfermo. Siempre estarán dispuestos a acurrucarse contigo y animarte con sus dulces ojos.
8. Graciosos
Incluso en el peor de tus días, sus correrías te pueden arrancar una sonrisa. Ya sea porque se muerden la cola o porque se restriegan como locos en el suelo para hacerte reir.
9. El compañero idóneo para acurrucarse
Nuestros amigos peludos son grandes amigos, sobre todo en la infancia. Igual sin importar de la edad, siempre es fantástico acurrucarse con ellos para dormir.
Estas son algunas de las razones pero la principal es que los perros son criaturas maravillosas con nobles sentimientos y corazones llenos de amor. ¡Comparte esto con todos tus amigos que tengan a un amigo tan especial!