Tuvieron que operar al guepardo Ruuxa, para corregirle un problema que hacía que sus patas delanteras crecieran demasiado. La cachorra Raina la acompañó al veterinario y supervisó toda la operación. Después de la cirugía pudo ver a su mejor amigo de nuevo y se quedó a su lado hasta que se despertara de la anestesia.
– Raina parecía muy preocupada al ver a Ruuxa durmiendo y al ver que no podía despertarlo, dice Susie Ekard, quien trabaja en el zoológico de San Diego.
– Ella lo lamía y abrazaba y cuando al final se despertó quería asegurarse de que su amigo se encontrara bien. Han sido dos amigos inseparables desde que se conocieron cuando tenían sólo 4-5 semanas de edad. Afortunadamente la operación salió muy bien y el guepardo pronto estará completamente recuperado y podrá jugar de nuevo con su mejor amiga.
Aquí abajo puedes ver a los dos amigos juntos.
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