Cada día durante un mes, su perrito la visitaba y la abrazaba. ¡Hasta que un día por fin ella despertó!
Y lo primero que dijo fue.. “¿Dónde está ese ángel blanco que venía a mi cada día y me susurraba que todo estaría bien?”.
¿Qué historia más increíble verdad? Se me ha puesto la piel de gallina…¡Compártela para demostrar el amor infinito entre animales y sus humanos!
Si quieres más artículos parecidos a este por favor dale like al botón de abajo.