A primera vista yo creo que cualquiera hubiese creído que se trataba de gatitos normales, y seguro que el hombre tampoco es que estuviese tan acostumbrado a ver gatitos recién nacidos.
Pero cuando este granjero ruso se dio cuenta de que los gatitos que encontró en una caja no eran gatitos «normales», se puso en contacto con la reserva natural Daurskys, en el sur de Rusia.
Resulta que los gatos eran lo que se conoce como gato de Pallas, una especie de gato salvaje de Asia central.
El gato de Pallas es del mismo tamaño que el gato doméstico, pero con pelaje largo y su apariencia es algo diferente, casi recuerda un poco a un lince. Su cola es espesa y esponjosa y se estrecha hacia el final.
Los cuatro gatitos fueron llevados a la reserva natural de Daursky, donde serían criados por 2 gatas que vivían ya en la reserva.
Las dos gatas no tuvieron ningún inconveniente en cuidar de los nuevos miembros y los acogieron rápidamente, según escribe Lovemeow.
Pero como estos maravillosos felinos son silvestre, su lugar estaba fuera de la reserva, de la que salieron cuando estuvieron listos para cuidar de sí mismos.
Según los encargados de la reserva, los cuatro gatos se han adaptado muy bien a la vida en libertad. ¡Es bueno saberlo!
El gato de Pallas es un felino en peligro de extinción, se estima que quedan menos de 50.000 ejemplares adultos, y la verdad es que acciones como las de este hombre, al contactar con una reserva natural para que puediesen cuidarlos y devolverlos a la naturaleza, son ejemplares y necesarias.
Compartamos este artículo para que más personas sepan cómo actuar en casos parecidos. Entre todos, podemos cuidar a nuestros animales.