Todos creen que está loca por salvar a un lobo salvaje. ¡Esto demuestra lo contrario!

Cuando Lakomi llegó al santuario donde vive precisaba tanto cirujía como medicación para sobrevivir. Al principio era bastante arisca y no dejaba que nadie se le acercara. Mucha gente pensó que la loba era un caso perdido, así que cuando Sarah apareció no creyeron que pudieran hacer nada por ella. Pero Sarah no hizo caso y en su lugar escuchó su corazón.

Poco a poco Lakomi se dio cuenta de que sus cuidadores sólo querían que estuviera sana y feliz y gradualmente fue abriéndose y relajándose. Tras un par de meses Lakomi recuperó su salud y ahora ella y Sarah son mejores amigos.

“Lakomi es un maravilloso ejemplo del gran poder del amor, y el poder conocerla es uno de los mayores privilegios de la vida”, escribió Sarah en Youtube. Puedes apreciar su maravillosa relación en el video de abajo.

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