Esta es la antigua mesa de comedor de la familia. No hay nada malo con ella, pero se siente algo impersonal. ¿No crees? ¡Espera a ver la nueva!
Se deshicieron de ella y era momento de darle un nuevo aire.
Empezaron a montar tablas de madera a lo largo de la pared.
Añadieron algunas tablas más…
Y montaron todavía más tablas, todas alrededor de las paredes de la habitación.
¿Adivinas el siguiente paso? Sí, es hora de poner el fondo para los asientos.
Una capa de espuma demostró ser tan barata como cómoda.
Luego graparon materiales resistentes al agua a los asientos, para no temer las travesuras de sus hijos durante la cena.
Una vez los asientos están colocados, es momento de sellar los bancos.
Junto a una elegante esquina blanca. ¡Impecable!
Todo está pintado en un blanco brillante y clásico.
Ahora es momento de colocar la enorme mesa a juego.
¡Mira cómo la decoraron! ¡Qué linda quedó!
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