En el restaurante había otra familia en la mesa del lado.
Después de un rato comenzaron a llamar al mesero Michael Garcia y se quejaron de la familia que tenían al lado, sobre todo se quejaron de Milo. Pidieron otra mesa porque Milo estaba haciendo mucho ruido y sonidos raros, Milo tiene síndrome de Down, algo que parecía estar molestando a la otra familia.
El mesero les dio una mesa nueva con la esperanza de que así pudiera resolver la situación, pero el papá no parecía estar contento.
”Esos niños especiales deberían ir a ser especiales por otro lado”, dijo en voz alta.
Los hijos del señor estaban justo al lado escuchando cómo su padre se expresaba sobre Milo.
El mesero Michael Garcias ya no se podía controlar, ya había escuchado suficiente, pedir otra mesa es una cosa, pero no toleraba que el hombre se expresara así sobre Milo.
A pesar de que arriesgara su propio empleo decidió pedir que la familia se fuera del restaurante, se rehusó a servirles comida.
”Michael merece todo nuestro respeto, no sólo respeta Milo tal como es, un niño con síndrome de Down, sino que también leodefiende hasta en momentos así”, cuenta Kim, la madre de Milo.
Y aquí puedes ver a nuestro héroe civil:
¡Muchas gracias por tu intervención, Michael, necesitamos más personas como tú!