Mamá feliz está a punto de adoptar a un recién nacido: Suena el teléfono y su vida cambia para siempre

Allison Lewis

Fackebook

Tras contar a su amiga Janet, quien era además era abogado especialista en adopciones, que pensaban adoptar a un niño, recibieron muy pronto un llamada de teléfono.

Janet había conocido a una mujer que esperaba un niño, pero debido a una difícil relación, no podía ocuparse del bebé.

Josh y Allison se vieron obligados a pensar al respecto. ¿Podrían cuidar a seis niños? Su vida iba a ser más caótica aún de lo que era. ¿Podrían ser capaces de adoptar a un niño más?

Era lo que los dos querían

Tras varios discusiones y reflexiones al respecto decidieron que este «aún no nacido» bebé formaría parte de su familia. Era lo que sencillamente los dos querían.

Y cuando el parto era inminente, hicieron las maletas y se marcharon a Carolina del Norte, donde nacería el pequeño.

No tenían ni idea de que iban a recibir una llamada que más tarde olvidarían una vez sentados en el auto. Era Janet quien llamaba, tenía una pregunta que hacerles y se preguntaba si Josh tenía las dos manos al volante.

No habían visto nada en la últimas ecografías.

La mamá no esperaba solo un niño, el bebé que la pareja iba a adoptar, sino que también había una hermana melliza. Y Janet se preguntaba si Allison y Josh podrían adoptar a los dos hermanos. Al colgar el teléfono, la parejo comenzó a pensar.

Pero no tardaron mucho en decidirse. Unos segundos después llamaban a Janet y le comunicaban felizmente que se iban a hacer cargo de los mellizos.

Pasados unos minutos recibieron una nueva llamada de Janet. Y esta vez no eran noticias felices.

Parecí que, tras varias pruebas realizadas por los médicos, la niña no venía bien. Y posiblemente no iba a sobrevivir al parto.

Pero a pesar de las malas expectativas, tanto Ava como su hermano Sam, sobrevivieron al parto.

Pero Ava nació sin masa cerebral y tenia muchas complicaciones.

Su pronóstico de vida era muy corto y esos días que fuera a vivir estarían llenos de visitas al hospital, pruebas y más pruebas.

Pero a Josh y Allison no les importó porque Ava era ya un miembro de la familia e iban a hacer lo que fuera posible por la pequeña.

Para poder pagar el coste del hospital sus amigos hicieron una campaña para recaudar dinero y muy pronto consiguieron más de 20.000 dólares.

Desgraciadamente Ava no vivió mucho tiempo, pero estoy segura que tanto Josh como Allison le dieron la mejor vida que pudieron. Comparte este artículo con tus amigos en Facebook si tu también piensas que Josh y Allison son dos ángeles en la Tierra. 

Salir de la versión móvil