Pero cuando Peter miro a su alrededor, vio que no había ninguna ambulancia. La niña no respiraba. Peter corrió a su automóvil, metió a la niña y gritó a uno de sus compañeros que los llevase rápidamente al hospital.
De camino al hospital, Peter intentó reanimarla en el asiento trasero del vehículo. Cuando llegaron a las urgencias del hospital, la niña respiraba de nuevo. Peter había salvado la vida de la pequeña de 5 años, Josi Aponte.
Han pasado 18 años desde ese día terrible. Peter nunca olvidó a la niña, y siempre estuvo pendiente de ella y de su familia, aunque ella no lo sabía.
Pero ella aún conservaba el oso de peluche que el policía le había dado en el hospital. Con los año Josi quiso saber qué había pasado ese día del incendio.
Hace un par de años Josi buscó su propio nombre en Google y encontró la foto de ella el policía. En cuanto vio la foto sintió que tenía que contactar con el hombre que salvó su vida cuando era una niña. Encontró al policía en Facebook y le escribió.
Y así comenzó una amistad entre Josi y el policía, ya retirado. Quedan a tomar un café o comer juntos, y Josi dice que ve a Peter como su ángel de la guarda.
“Yo casi muero, pero tuve una nueva oportunidad en la vida”, cuenta Josi al periódico Courant.com y continúa:
“Y fue gracias a Peter y las demás personas que había allí para ayudar ese día”.
Ahora Josi se ha licenciado en la universidad de Eastern Connecticut State University y Peter estaba allí para felicitarla. Hace 18 años que él salvó su vida y Josi no estaría hoy aquí si no hubiese sido por la rápida actuación del policía.
La verdad es que la historia me ha conmovido. Peter dijo en una entrevista que él sólo hizo su trabajo al salvar a Josi, y no hay que celebrarlo a él más que a otros policías y bomberos que rescatan a personas cada día. Pero para Josi siempre será la ayuda más grande que ha tenido en el mundo.
Abajo puedes ver la entre vista con Josi y Peter.
