Una viuda sola de 70 años sintió que era hora de casarse otra vez. Así que ella decidió poner un anuncio de contacto en el periódico local.
En el anuncio escribió:
”¡Se busca marido! Debe tener mi misma edad, no me debe pegar, no debe correr con otras mujeres y todavía deber ser bueno en la cama. Todos los solicitantes pueden aplicar personalmente.»
El próximo día alguien tocó la puerta.
La mujer quedó devastada cuando abrió la puerta y vio un caballero con pelo gris en silla de ruedas. No tenía ni brazos ni piernas.
Ella dijo: «¿No me estás pidiendo que te considere? ¡Mírate, ni tienes piernas!»
El caballero mayor sonrió. Luego respondió: «¡Por eso no puede correr con otras mujeres!»
«¡Pero tampoco tienes brazos!, grita la mujer.
El caballero mayor sonrió otra vez: «¡Por eso no te puedo pegar!»
La viuda alzó una ceja. Luego preguntó: «¿Todavía eres bueno en la cama?»
El hombre mayor se echó hacia atrás, soltó una carcajada y respondió: «¿Cómo crees que toqué el timbre de la puerta?»
