Por fin la Iglesia católica da un paso para mejorar el rol que desempeñan las mujeres en el seno de su institución.
El papa Francisco creó recientemente una comisión que se encargará de estudiar el acceso de las mujeres al llamado diaconato, que es un grado inferior al sacerdocio en la jerarquía eclesiástica, pero que daría a las mujeres la capacidad de presidir el culto y administrar sacramentos como el bautismo o el matrimonio.
Según informó el Vaticano, la función de esta comisión será estudiar el papel que tuvieron las diaconisas en los primeros tiempos de la Iglesia, así como analizar el papel actual de las féminas en la institución.
Desde hace tres años, el Papa argentino venía expresando su interés por analizar la importancia de las mujeres en el seno de la Iglesia. De hecho, a su regreso de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, dijo que las presencia de la mujer no podía limitarse a “las mujeres monaguillo, a la presidenta de Cáritas o a la catequista”.
La idea de crear esta comisión surgió de un encuentro mantenido en mayo entre el Papa y la Asamblea Plenaria de las Superioras Generales en el Vaticano, quienes pidieron al pontífice que aumentara las responsabilidades de las mujeres en la Iglesia.
Aunque la comisión estará presidida por un hombre, monseñor Luis Francisco Ladarria Ferrer, junto a él trabajará un equipo de 12 personas, la mitad mujeres.
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