Una de las peores tragedias que una persona puede vivir es perder a un bebé antes de nacer.
Después de meses de espera, preparándose para su nueva vida como padre, para Paul fue difícil digerir la terrible noticia que tuvo que afrontar.
Pero Paul y Barbara no perdieron a su hijo por un aborto u otras complicaciones. La realidad fue mucho más desagradable e incomprensible...
Paul, de 35 años, y Barbara, de 37, se conocieron por internet en el verano de 2013.
Un romance que pronto se conviritió en mucho más. Sólo dos meses después de la primera cita Barbara estaba embarazada.
Aunque era muy pronto en la relación, Paul estaba muy contento por su futura paternidad.
En los siguientes meses Bárbara llegó con más noticias sorprendentes.
Primero le contó a Paul que venían en camino gemelos, después trillizos, después cuatrillizos, hasta que finalmente llegó con la noticia de que estaba embarazada de quintillizos.
Cuando la familia de Paul recibió la noticia, se ofrecieron a ayudar directamente. Mantener a cinco hijos era un reto económico, así que la familia de Paul se ofreció a apoyar económicamente. Incluso lanzaron una página en Facebook donde se podían seguir las novedades y ayudar a la familia, y el respaldo fue masivo.
En la semana 34 llegó el momento, Paul llevó a Barbara al hospital Sainte-Justine, en Montreal, para el parto.
Pero los médicos y las enfermeras hicieron una impactante revelación al examinar a la futura madre.
Barbara no estaba embarazada ni lo había estado nunca.
El hospital no tenía constancia de ninguna visita de Barbara durante el embarazo.
Al parecer Barbara había mentido en todo, incluso en el número de niños que iba a dar a luz.
”Ella me había dejado a mí elegir los nombres”, cuenta Paul al periódico Daily Mail, y añade:
”Mis padres estaban muy emocionados con la llegada de sus nietos. Toda mi vida entera se derrumbó».
La relación terminó y Paul nunca obtuvo respuesta de por qué Barbara había mentido.
Mirándolo en retrospectiva, Paul y su familia reflexionaron sobre cosas que parecían, desde el inicio, sospechosas. Por ejemplo, en un embarazo de quintillizos el parto se suele producir antes. Además, aunque el vientre de Barbara era grande no era tan grande como se puede esperar en el caso de quintillizos.
Los médicos comentaron después que podía tratarse de un embarazo psicológico, conocido también como embarazo fantasma. Los síntomas son parecidos a los de un embarazo, desaparece la menstruación y muchas mujeres se sienten mareadas e hinchadas.
El embarazo psicológico, conocido también como embarazo fantasma, es un fenómeno que aparece en algunas mujeres que necesitas autoafirmarse, cuenta la psiquiatra Suzie L. Levesque al periódico Toronto Sun.
”Mujeres qeu necesitan atención y que las tranten de forma especial. Quieren llamar la atención», cuenta Suzie L Levesque.
No hay ninguna medicina para tratar a mujeres que experimentan un embarazo psicológico, pero los expertos suelen recomendar hacer teparia psicológica.
Paul cuenta que el vientre de Barbara crecía, que comenzó a tener leche y que incluso vio cómo rompía aguas.
Según la ginecóloga Isabelle Girard hay otras posibles explicaciones a esos síntomas.
«Una mujer puede hacer que su vientre crezca, dejar de ir a baño y comer más», cuenta Girard.
La ginecóloga es escéptica sobre el hecho de que Barbara realmente hubiese comenzado a producir leche por embarazo psicológica.
«Es algo que se pueden producir si se estimula el pecho de forma intensiva», explica.
En cuanto a que rompiese aguas, dice que puede tratarse de incontención urinaria.
Ya que se trata de algo muy inusual, a Barbara se le realizó un análisis psicológico para ver si había fingido su embarazo o si se trataba de otra cosa.
Uno de los amigos de Paul cuenta que Barbara hizo algo parecido en 2010, según escribe Daily Mail.
Lamentablemente parece que no es la primera vez que Barbara pasa por algo así.
«Esta no es la primera vez, pero nunca pensamos que estuviese tan enferma como para hacerlo otra vez», cuenta un familiar a Toronto Sun.
Qué shock para Paul, pensar que esperaba cinco hijos y descubrir que no iba a tener ninguno.
Esperemos que los dos se recuperen de este triste acontecimiento y que ambos encuentren la felicidad.
