Padre iba a cuidar a su bebé 1 noche – 1 hora después tienen que salir corriendo al hospital

Los bebés son tan pequeños y delicados que nadie puede entender que haya gente que pueda querer hacerles daño, pero ocurre. 

Los padres de Cheyenne Rae Owensbys siguieron caminos seprados después de que ella naciese. Fue a vivir entonces con su madre y cada segundo fin de semana la pequeña lo pasaba con su padre. Pero en una de esas ocasiones, tras tan sólo una hora y media, Amy, la madre de la niña, recibió una llamada que ninguna madre desearía recibir jamás. 

Su hija estaba en una ambulancia camino al hospital, la niña no respiraba. 

Facebook/PrayersforCheyenneRae

Su padre se había enfadado al ver que su hija no se callaba y la había sacudido para que se callara. Algo de lo que se va a arrepentir el resto de su vida. 

La había zarandeado con tanta fuerza que tenía una fractura en el cerebro y una hemorragia cerebral grave, los médicos pensaron que no sobreviviría ni a esa noche, ya que los daños eran enormes. 

Cuando Amy llegó al hospital, encontró a su hija en una cama de hospital llena de cables y vendajes. Cheyenne tuvo que someterse a muchas cirugías, y tuvieron que realizarle una complicadísima operación para extirparle la mitad del cerebro, escribe  Daily Mail.

Facebook/PrayersforCheyenneRae

Pero, pese a todos los pronósticos, la pequeña pudo volver a casa después de pasar un mes en el hospital, según cuenta la madre de Cheyennes en su página de Facebook, Prayers for Cheyenne Rae, para difundir el mensaje de lo peligroso que puede ser sacudir o zarandear a un bebé. 

Facebook/PrayersforCheyenneRae

”Dejé a mi sana y feliz hija de 8 meses con su padre una noche. Una hora y media después recibí una llamada de teléfono que iba a cambiar mi vida para siempre.

Mi querida pequeña no respiraba. El hombre al que yo un día había amado, mi primer amor con quien yo había compartido casi 10 años de mi vida, le hizo esto a nuestra hija. Todo mi mundo se vino abajo». 

En su página de Facebook uno también puede leer que el padre de Cheyennes, James Davis Jr, el 29 de abril de 2013, fue condenado a 10 años de cárcel (facebook/PrayersforCheyenneRae). 

Facebook/PrayersforCheyenneRae

Aunque le habían extirpado la mitad del cerebro, Cheyenne aprendió a hablar y jugar. 

Tiene paralizado el lado derecho de su cuerpo, pero no ha perdido la ilusión por vivir y luchar, a pesar de todas las dificultades. 

Hoy Cheyenne tiene 5 años y disfruta la vida, uno puede verlo en su preciosa sonrisa, en la que es imposible adivinar la pesadilla que ha vivido. 

Facebook/PrayersforCheyenneRae

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