El policía halla bebé en auto hirviendo – rompe el vidrio pero entiende que ha cometido un error

Cuando el policía Jason Shortman recibió la llamada de emergencia sobre un niño que estaba atrapado en un auto hirviendo salió corriendo hacia el sitio. 

Manejó rápido hasta llegar a Keene en New Hampshire donde el auto estaba estacionado en un centro comercial.

Jason se asomó por la ventana y vio la sillita de auto, había una cobija encima. Se veían unos piecitos que salían de la cobija.

El termómetro de afuera mostraba 32 grados Celcius así que no había duda – Jason sacó su bastón para romper el vidrio y salvar al bebé. 

Por fin pudo sacar el bebé, pero temía que ya estaba muerto. 

La piel del bebé estaba pálida y con manchas y pálida, lo cual asustó al policía. 

Ahora también había llegado más gente al sitio. 

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Jason entendió que no podía esperar a que llegara la policía, así que comenzó a practicar los primeros auxilios.

Pero algo estaba muy raro.

Tocó la boca del bebé y entendió que no estaba vivo. Ahí fue que entendió: el bebé era una muñeca muy real.  

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La dueña del auto, Carolynne Seiffert, estaba donde la peluquería en el centro comercial cuando todo esto sucedió. 

La policía había roto su ventana, para salvar a una muñeca.  

Según la estación de noticias WMUR Seiffert estaba bastante trastornada con el daño de su auto. Jason estaba un poco avergonzado sobre la situación, al mismo tiempo que opinaba que no había hecho nada mal. 

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”Yo nunca pude adivinar que era una muñeca. Si la hubiera visto otra vez hubiera creido otra vez que era una muñeca. Y no hubiera hecho las cosas diferentes», le dice Jason a WMUR. 

La mujer había comprado la muñeca «recién nacida» por alrededor de 1800 euros. La muñeca pesaba 4 kilos y tenía ropa de bebé de verdad.

Mientras que Seiffert más que todo estaba brava por toda la situación Jason más bien estaba tranquilo. Él había entrado en pánico al creer que el bebé había muerto en sus brazos. 

Al final todos estaban agradecidos de que ningún bebé de verdad había estado en el auto. La policía pagó por el vidrio roto y espera que este incidente le recuerde a la gente: es muy peligroso  dejar muñecas en autos hirviendo. Puede valer la pena difundir este consejito.