Una joven china llamada Yang Li tuvo que tomar la que seguro es la decisión más difícil de su vida.
Los médicos laa informaron de que sólo un transplante de médula suyo podría salvar la vida de su hermano mayor. Sin embargo, el procedimiento podía dañar a su feto.
Yang Li tiene 24 años y estaba embarazada de 12 semanas cuando los médicos le informaron de que los análisis mostraron que su médula era la única perfectamente compatible con la de su hermano mayor, quien fue diagnosticado de un linfoma.
La joven finalmente decidió abortar, pese a la oposición de su marido y de su lado de la familia, y con todo el dolor de su alma. Me imagino qué infierno tuvo que vivir para decidir.
Por el momento, Yang Li se encuentra hospitalizada y se realizará el transplante tan pronto ella esté recuperada de su aborto.
¿Crees que esta joven hizo bien en sacrificar a su hijo no nacido para salvar la vida de su hermano mayor? Desde luego a mí no me gustaría nunca estar en su situación. Comparte su historia a ver qué opinan tus amigos de Facebook.