Últimamente escuchamos muchas historias sobre crímenes y violencia, así que no es de extrañar por qué Melissa Vang no quería abrir la puerta a un extraño que picó el timbre un día en su casas de Kansas, Estados Unidos.
Pero tenemos que recordar que a veces las cosas no son lo que parecen. Aquí les presento la historia de un joven con un gran corazón.
Melissa estaba en casa con sus hijas pequeñas cuando alguien picó a la puerta. Ella no esperaba visita así que inmediatamente se puso en alerta.
La familia había colocado una cámara de vigilancia junto a la puerta principal para ver a todo aquél que se acercara a la casa.
Melissa ignoró el timbre, pensando que después ya revisaría las imágenes para ver quién era.
«No abro la puerta a extraños o a alguien si no lo conozco», dijo Melissa a KCTV5 News Kansas City. “Así que después de que se fuera revisé la cámara».
Poco podía imaginar Melissa que este extraño en particular no pretendía hacerle ningún daño.
Cuando vio las imágenes de la cámara de vigilancia vio algo que la conmovió. No era un ladrón quien picó la puerta sino todo lo contrario.
Era un adolescente que trataba de hacer una buena acción.
El joven, llamado Tyler Opdyke, llamó a la puerta y cuando no obtuvo respuesta miró alrededor hasta que vio la cámara. Fue hacia ella y mostró un objeto que le era muy familiar: la cartera del marido de Melissa, que contenía más de 1.500 dólares en efectivo.
Resulta que al marido de Melissa se le había caído al salir a al calle.
«Tan sólo pensé qué es lo que hubiera querido que hicieran si yo hubiera perdido la cartera», dijo Tyler. «Entonces pensé en la casa, pensé en la familia que vivía allí».
Tyler mostró la cartera a la cámara y claramente enseñó donde la escondía para que pudieran recogerla antes de desaparecer.
Pero aun así quiso asegurarse de que la familia la había encontrado y que nadie se la quitara, así que volvió a la casa un poco después para asegurarse de que ésta terminara en buenas manos.
Ahí es cuando conoció a Melissa, quien había visto el vídeo y había quedado profundamente conmovida por su amable acción.
«No vemos muchas cosas buenas como esta cada día», dijo una Melissa muy agradecida.
Qué gran historia, me devuelve la fe en la humanidad… ¡Comparte su buena acción con tus amigos de Facebook!