Todos sabemos lo que es tener un sueño repentino, ese que hace que a lo largo del día se te cierren los ojos estés donde estés.
No se a vosotros, pero a mi me pasa mucho después de comer. Me cuesta mantener la concentración, se me cierran los ojos casi sin poder evitarlo…. Pues bien lo mismo le estaba pasando al niño de este video. Sin embargo, él contaba con un buen amigo a su lado para sacarle del apuro.
A los niños les cuesta controlar ese momento en el que sienten sueño, a menudo ni siquiera saben que es lo que tiene, así que les toma en cualquier sitio, literalmente se caen de sueño.
El niño del video de abajo estaba en esa situación, pero por suerte a su lado contaba con su fiel amigo perruno, listo para echarle una pata.
¿No es enternecedor? Los perros son animales absolutamente fieles y maravillosos. ¡Comparte esta tierna escena con los demás!