Cuando Kate Lucas y su esposo recibieron la noticia de que iban a ser padres, se sintieron la pareja más feliz del mundo.
Unas semanas después fueron a la primera ecografía y el médico les dijo bromeando: «Vamos a escuchar los latidos y veremos si hay más de un corazón aquí».
Poco después, el médico levantó dos dedos.
«¡Hay dos!, «, reveló el médico con alegría.
Pero lamentablemente no eran todo buenas noticias…
La ecografía mostraba que el embrión se había divido en dos en torno a los 10 días de la concepción, lo que significaba que no había membrana protectora entre las dos bebés. Era gemelas mono amnióticas, lo que significa que, además de ser gemelas idénticas, también comparten la misma placenta en el mismo saco amniótico.
El embarazo era de alto riesgo y los médicos le dieron un 50% de posibilidades de que sobrevivieran.
El médico de Kate, le recomendó que mantuviese el embarazo en secreto porque las niñas posiblemente no sobrevivirían.
Kate inmediatamente cambió de médico, de ninguna manera iba a renunciar a sus pequeñas.
Y sus niñas nacieron a las 28 semanas de embarazo. Kate había pasado las cinco semanas anteriores en el hospital.
Las niñas nacieron por cesárea y al principio todo parecía ir bien. Pero cuando el personal del hospital vio el cordón umbilical, una silencio sepulcral recorrió la sala.
Los cordones umbilicales estaba entrelazados.
Los médico no podían salir de su sorpresa al ver que los cordones umbilicales entrelazados no habían causados daños a las pequeñas.
Los médicos dijeron que era un milagro. Pero la cosa no terminó ahí.
Las bebés era muy pequeñas y pesaban muy poco, ya que habían nacido muy pronto. Pero afortunadamente las dos estaban sanas.
Habían nacido justo a tiempo. Si los cordones umbilicales hubiesen seguido así mucho más tiempo, las gemelas no hubiesen sobrevivido.
Sorprendentemente, las niñas no necesitaron cuidados intensivos y tras el nacimiento solo pasaron unos días en el hospital. Las niñas pudieron irse a casa mucho antes de lo que los bebés prematuros suelen tener que hacerlo.
Harper y Cleo tienen ahora 10 años y su relación es extremadamente cercana, a pesar de tener personalidades muy diferentes.
No solo sobrevivieron a un nacimiento de alto riesgo, sino que además no han tenido ningún problema de salud y crecimiento desde entonces. ¡Si esto no es milagro, no sé qué lo es!
Estas dos pequeñas y su viaje son algo realmente extraordinario, y su historia ha inspirado a muchos padres que se han encontrado en la misma situación. ¿Quizá la determinación de su madre tuvo mucho que ver?
¡Comparte este milagro si crees que la voluntad de una madre lo puede todo!