Su novio la llamaba "gorda" – entonces ella hace esta drástica transformación y logra su venganza

Alvina Rayne es una madre de dos hijos de Philadelphia, en Estados Unidos, que siempre había sido delgada hasta que se vio metida en una relación muy difícil que lo cambió todo.

La mujer de 32 años cayó en una depresión y empezó a comer comida basura para enfrentar el abuso verbal que ejercía su novio contra ella, quien incluso la llamaba "enorme trozo de basura". Él la manipulaba y le decía que nunca encontraría a otro hombre. A pesar de todo, Alvina no reunía la fuerza para romper con él.

Llegó un punto en que Alvina se hundió tanto física como psicológicamente y engordó hasta llegar a pesar 124 kg.

Con esto Alvina tuvo suficiente.

Esta madre de dos hijos tenía problemas para subir y bajar las escaleras y sufría de presión arterial alta y ataques de ansiedad. Por si no fuera suficiente su novio contantemente le decía que era fea.

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Los abusos de su novio terminaron hundiéndola. Ella desarrolló una adicción a la comida y empezó a ganar peso, hasta el punto en que tenía que comprar su ropa en el departamento masculino.

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Pero tras años de abuso emocional y problemas, Alvina decidió que ya tenía suficiente. 

Reunió todas sus fuerzas y rompió con su novio de una vez por todas.

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¿Su próximo paso? ¡Cambiar todos sus malos hábitos!

Alvina cambió por completo su dieta y estilo de vida y cada vez que se desviaba de su plan trataba de acordarse de los insultos de su exnovio.

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La determinación de Alvina pronto obtuvo resultados. Muy pronto su ropa empezó a quedarle grande.

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…. Y Alvina empezó a estar irreconocible.

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¡Logró perder 60 kg!

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No pasó mucho tiempo hasta que su exnovio volvió arrastrándose diciéndole lo hermosa que estaba.

Pero Alvina le dijo que no tenía ninguna oportunidad de volver con ella.

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En lugar de eso Alvina conoció a otro hombre, Sascha, quien la trata como ella se merece.

Era verdadero amor y hoy en día están felizmente casados.

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¡Qué increíble transformación!

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¡Ella es muy fuerte y valiente! Por favor, comparte la inspiradora historia de Alvina, porque nunca hay que tirar la toalla!