Kathryn Embry, de 18 años, iba a montar en la noria con sus amigas, en un centro deportivo.
Pero ya en la cola, el personal le negó la posibilidad de subir por su apariencia, escribe Daily Mail.
Esto puso a la familia y los amigos furiosos y ellos decidieron confrontar el personal.
Kathryn Embry es una joven de 18 años de Kansas que iba a montar en la noria con sus amigas de clase. Pero ya en la cola, se le negó la entrada por su apariencia.
Kathryn tienen síndrome de Down y esto es algo que se ve claramente. El personal afirmó que el primer punto de sus reglas que se podía leer en la entrada era que los que subían debían «entender las reglas, y sentarse tranquilamente cuando montaran en la noria», según Daily Mail.
No pudo subir por culpa «de su diferencia funcional»
El personal del centro le negó la entrada siempre y cuando no fuera acompañada de un adulto. La razón de esta negativa era que «tenía limitadas sus funciones», según Daily Mail. Pero Kathryn es adulta y tiene 18 años. Y el hecho de que tenga obviamente cierta diferencia funcional, como se dijo anteriormente, no significa necesariamente que no entienda las reglas descritas en la atracción.
«Traté de subir a la noria con mi amiga, pero me dijeron que no podía debido a mi discapacidad», dice Kathryn Embry a Fox News según Daily Mail.
Kathryn es responsable de un equipo de fútbol
Para los amigos y la familia de Kathryn, la noticia fue un chock. Ellos saben lo responsable que Kathryn es, ella es en parte responsable de un equipo de fútbol en donde ella entrena.
«Me sentí muy enojada, porque yo sé que Kathryn es una chica fantástica», dice Morgan McGruder, amiga de Kathryn y jugadora en el equipo.
Nadie le preguntó si entendía las reglas
La madre de Kathryn cuenta que la escuela no podía hacer nada, sino que Kathryn por fin pudo montarse en la noria pero en compañía de un «adulto responsable» y no con sus amigas de clase.
El centro tiene una política muy clara sobre la responsabilidad y la compresión de las reglas. Pero el problema era que a Kathryn nadie le preguntó si comprendía las reglas, simplemente se presumió que ella no era capaz de entender por tener síndrome de Down.
Otras personas con discapacidades habían montado
Las jugadoras del equipo testifican que otras personas con discapacidades han montado en la noria. Estas personas han subido con otros estudiantes y sin «un adulto responsable». Por ello, el caso de Kathryn era algo incomprensible para la familia y los amigos.
«Solo porque alguien sea diferente, no se debe presuponer que tiene determinadas deficiencias funcionales. Kathryn puede hacer todo lo que hacemos nosotras», comenta Morgan McRuder a Fox News según Daily Mail.
No respondió a la crítica
La familia y los amigos han tratado de ponerse en contacto con el centro deportivo para pedir explicaciones ante el tratamiento que Kathryn recibió. El centro deportivo no ha compensado a la familia y a las amigas por el incidente ni tampoco les ha respondido.
¿Qué opinas sobre esto? Difunde por favor para crear conciencia sobre esto.