60 campesinos cosechan una grande granja para un vecino con cáncer de etapa 4

A menudo aquellos que viven con una enfermedad grave no pueden trabajar. No es que no quieran trabajar, pero físicamente no pueden.

Y cuando no pueden trabajar, no pueden mantenerse a sí mismos ni a sus familias.

En el mes de febrero, Larry Yockey, un agricultor de cuarta generación, fue diagnosticado con un melanoma en nivel  4. Al principio, todavía podía trabajar en su granja de 485 000 hectáreas en Ritzville, Washington, pero a medida que pasó el tiempo se hizo más difícil y, finalmente, fue imposible trabajar.

Entonces los vecinos reaccionaron.

Ante tal diagnóstico, y como el cáncer se iba extendiendo, no sabía si podría continuar trabajando como lo había hecho hasta entonces.

“El cáncer se había extendido a los huesos, por lo que tenía una cadera y unas costillas rotas,» dijo Larry a WCNC.

Sus vecinos, que estaban al corriente de la situación, le preguntaron si podría trabajar durante el periodo de cosecha. Larry tuvo que reconocer lo inevitable.

“Finalmente tuve que confesarles que no podría».

Cuando sus compañeros se enteraron de que uno de los suyos necesitaba ayuda, decenas de campesinos se pusieron de su parte, aunque tenían que realizar también su cosecha. Según WCNC, el grupo de agricultores pasó tres meses reuniendo todos los suministros necesarios para cosechar la granja de 485 000 hectáreas de Larry.

«Vinieron de sorpresa y me dijeron que no me preocupara por la cosecha, que ellos se encargarían de todo, dijo Larry.

El 28 de julio, aproximadamente 60 campesionos llevaron su maquinaria a la granja de Larry para realizar tres semanas de trabajo en tan solo seis horas.

Larry no podía expresar con palabras lo agradecido que estaba por la ayuda de sus vecinos.

«No puedo describir la gratitud que tengo ante todo lo que está ocurriendo», dijo.

«Estoy contento de estar aquí y ayudar en lo que puedo y en donde me necesitan», dijo Mike Doyle, uno de los agricultores que estuvo presente, según CBS News.

Estas son las historias que me gusta leer. Los vecinos ayudándose entre sí.

Me llena de ternura el corazón y me inspira para salir fuera y actuar también con amabilidad. 

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