Josh Wilkerson trabajaba mucho tratando de asegurarse un futuro feliz para él y su novia.
Estaban organizando su boda y trataban de ahorrar para una casa.
Todos tenemos que esforzarnos para poder conseguir nuestros objetivos financieros pero en el caso de Josh, éste tenía una barrera importante para alcanzar sus objetivos – los desorbitantes costes que tenía con la insulina que debía tomar por su diabetes tipo 1.
Cuando el copago aumentó a 1 200 dólares, se vio obligado a comprar una versión más barata para ahorrar – y este cambio tendría unas terribles consecuencias para este hombre de 27 años.
Ahora su madre quiere compartir su historia para advertir a los demás de esta terrible tragedia.
Cuando Josh dejó el seguro familiar, se tuvo que encargar de un copago de 1 200 dólares por su insulina – una insulina que necesitaba para vivir.
Su prometida, Rose Walters, también con diabetes tipo 1, tenía que enfrentarse a la misma situación. Los dos juntos debían hacer frente a unos gastos por insulina de 2 400 dólares, mientras que su renta era de 1 000 dólares, informa, Fox10 News.
El coste era demasiado alto y, a pesar de que Josh tomó un segundo trabajo, no pudieron cubrir los inalcanzables gastos mensuales, gastos a los que tantos jóvenes tienen que enfrentarse hoy para hacer frente a la atención médica en los EE. UU.
El precio de la insulina se ha disparado en más de 300 por ciento en los últimos 17 años, según Fox10 News.
Josh visitó a su endocrino quien le sugirió que probará con una insulina de marca, con un coste más barato: 25 dólares por botella.
La desventaja de tomar esta versión más barata era que esta insulina tardaba cuatro horas en hacer efecto mientras que la otra solo tardaba 30 minutos.
Joshua y Rose decidieron que no les quedaba otra opción y probaron la nueva insulina.
A Rose le iba bien la nueva insulina, pero Josh tuvo que sufrir dolores estomacales y mucho cansancio.
Una noche, sentado en la casa de un amigo, le comentó sobre los dolores de estómago y prometió vigilar sus niveles de azúcar en la sangre.
Pero al día siguiente, lo encontraron tirado en el suelo del departamento; cuando llegó al hospital y recibió tratamiento, ya había sufrido una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares que le habían afectado a su cerebro, según Fox 10 News.
El 15 de junio, su familia con pesar decidió quitarle el soporte vital al joven, tras lo cual se declaró el fallecimiento de este muchacho con tanto futuro por delante.
Su madre, Erin Wilson-Weaver, quien perdió a su padre por diabetes tipo 1, describe el momento en que descubrió que su hijo tenía la misma enfermedad.
«Cuando a Josh le diagnosticaron con 8 años diabetes tipo 1, esto me destrozó el alma. Sentí que se trataba de una sentencia de muerte temprana para él», dice Erin a Fox10 News.
Decisión de la madre
«Recuerdo cuántas veces mi padre había entrado y salido del hospital con coma diabético, y tuvo muchos accidentes cerebrovasculares. ¡Se quedó ciego a una edad temprana y había sido periodista! ¡Perdió su capacidad de ver, lo que le hizo sentirse extremadamente desconectado de la vida, y cambió por completo su personalidad».
«Esto era lo que veía para mi hijo, un futuro similar».
La valiente madre promete continuar su misión de hablar sobre la diabetes tipo 1 y educar a la mayor cantidad de personas posibles. Incluso planea dar un discurso fuera de la sede de la compañía farmacéutica Eli Lilly, donde se pretende recordar a todos aquellos que han perdido la vida debido a altos costes de la medicina.
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