No puede haber dolor tan grande, ni desesperación tan real, ni golpe tan duro como el de perder a un hijo.
Cuando nos convertimos en padres, nuestras prioridades en la vida cambian por completo. De repente, las cosas que antes eran importantes se desvanecen por insignificantes. Nuestro mundo gira en torno al alma infantil que hemos creado y como madres y padres, haremos todo lo posible para proteger a nuestro pequeño del daño y de las miserias.
Lamentablemente, eso no siempre es posible. A veces suceden cosas que están completamente fuera de nuestro control, a veces la vida puede ser cruel e implacable.
Tammy Ireson tiene 39 años y es una madre que ha perdido a su hijo de 13 semanas. Tammy había esperado más de 20 años para ser madre. Un paro cardíaco dejó a su pequeño, Wilber, con graves cerebrales, y ahora quiere utilizar imágenes de su dolor para ayudar a otras madres que han perdido a sus bebés.
Según Daily Mail, Ireson ha compartido el momento en que tuvo que acompañar a Wilber en su último adiós. Con solo 13 semanas de edad, sufrió un paro cardíaco que marcó el final de su corta vida. Ireson quiere usar la imagen desgarradora para ayudar a otros que se enfrentan a la misma trágica situación.
«Por primera vez desde el nacimiento de Wilber, pude caminar con él», dijo Tammy sobre esta imagen. “Pero a medida que avanzaba por el pasillo con Wilber en mis brazos, me di cuenta de que esta sería nuestra primera y último paseo juntos y me vine abajo. Ese es el momento en que Mark sacó esa imagen».
El embarazo
Ireson tuvo que esperar mucho tiempo hasta quedar finalmente embarazada. Su embarazo fue complicado, pero de ninguna manera iba a dejar de lado a Wilber.
«En la semana 20, cuando los doctores vieron algo iba mal, me aconsejaron varias veces que pusiera fin a mi embarazo. Pero yo me negué siempre, dijo Ireson, según the Daily Mail.
“Ya lo amaba tanto y creía que merecía una oportunidad en la vida. Su pronóstico parecía malo, pero también tenía la esperanza de poder llevarlo a casa algún día».
Ireson se sometió a una cesárea de emergencia en la semana 32 después de desarrollar preeclampsia. Wilber tuvo problemas para respirar sin ayuda y apenas podía mover sus extremidades tras del nacimiento. Fue diagnosticado con la mutación del gen RYR1, y su pronóstico era preocupante.
“No sabíamos si lograría pasar la primera noche, pero lo consiguió. Las enfermeras me aconsejaron que no lo molestara demasiado con el contacto físico, pero me di cuenta de que mi contacto le consolaba ”, dijo Ireson.
“A medida que pasaban los días, se hizo más fuerte y como cualquier madre primeriza comencé a conocer a mi hijo. Le canté, lo abracé y lo amé».
Ireson comenzó una página de Instagram para ayudar a otras familias con niños que se enfrentan a batallas similares.
En las semanas siguientes al parto de Wilber, conseguimos un vínculo muy hermoso y conseguí conocer su fuerte personalidad. Había esperado años para darle a mi hija Zilanne un hermano y la vida dentro de mí se sentía tan preciada. La conexión entre nosotros fue fuerte desde el principio».
Paro cardíaco
Lamentablemente, el pequeño Wilber sufrió un paro cardíaco ocasionándole daño cerebral. Los médicos hicieron lo que pudieron para recuperarlo, pero el tiempo que transcurrió le causó lesiones irreparables.
«Finalmente regresó, pero en el momento en que abrió los ojos, supe que mi hijo pequeño se había ido», dijo Tammy.
“Su mirada estaba vacía y ya no parecía reconocerme. Wilber ya no respondió a mi contacto y la conexión entre nosotros desapareció. Estaba destrozada.»
Dos semanas después, se hizo evidente que no había vuelta atrás. Tammy Ireson tomó la difícil decisión de desconectar a su hijo del soporte vital.
La foto de Tammy caminando por el pasillo con Wilber fue tomada poco antes de que falleciera. Tenía la esperanza de que pudiera usarse como apoyo para otros padres, mostrándoles que se puede «sobrevivir» y de alguna manera encontrar la manera de hacerlo cada día».
Ireson dijo: «Sé que la imagen que capta mi desesperación puede haber molestado a algunos, pero también sé que mucha gente que ha experimentado la misma pérdida puede encontrar cierto apoyo sabiendo que no son los únicos que han sentido la magnitud de esta pérdida».
Descansa en paz, Wilber. Esperamos que seas feliz allí donde estés ahora.
La vida puede ser impredecible y cruel de muchas maneras. Nadie puede asegurarse el mañana, y las cartas pueden cambiar en un instante.
Asegúrate siempre de apreciar a tus seres queridos y decirles que los amas todos los días. Comparte este artículo para difundir ese mensaje.