Con la cantidad de vigilancia presente en nuestra sociedad en estos días, no es de extrañar que casi todo acabe captado por una cámara. Sobre todo en lugares como restaurantes, bares, centros comerciales y estadios.
El resultado es a veces no muy agradable, como incidentes vergonzosos inmortalizados, pero muchas otras veces puede ayudar a resolver crímenes e incluso a captar momentos preciosos, como ocurrió en este caso.
Eleanor Baker, de 80 años, vive en Oxford, Alabama, con su perro Rufus. Su esposo falleció y la mayoría de su familia vive fuera de la ciudad.
Una noche la señora sintió que tenía que ir al restaurante Bar-B-Que de Brad. Entró en el restaurante y poco después tres jóvenes la siguieron. Muy pocos podrían haber predicho lo que sucedería después.
«Fue algo de Dios», dijo. Creo que Dios me envió allí [como un ejemplo de que] la gente se preocupa por otras personas y lo importante que es», cuenta Eleanor.
Se le acercó uno de los tres hombres que la habían seguido hasta el restaurante. Jamario Howard dijo que sospechaba que ella debía de estar sola y le preguntó si quería compañía.
«Él acababa de llegar y dijo:» Te vi sentada aquí solo «y dijo:» ¿Te importa tener algo de compañía?», cuenta Eleanor.
En poco tiempo, los tres hombres se habían unido a Eleanor y los cuatro estaban disfrutando de la comida y la conversación. Uno de los hombres, JaMychol, dijo: «Cuando tienes ese tipo de conexión con alguien, es difícil dejarlo ir».
No hace falta decir que estos chicos han sido elogiados con razón en las redes sociales por su fantástico gesto. Eleanor podría haber sido cualquiera de nuestros abuelos, y pensar que tenía compañía en un momento en que de otra manera se habría sentado sola, me llena el corazón.
Gracias, Jamario, JaMychol y a su otro amigo, por darse cuenta de la oportunidad de hacer algo agradable. Vuestras madres deben estar orgullosas de vosotros. Yo lo estoy ❤️