Tras meses de especulaciones y misterios, la princesa de Gales contó ella misma el pasado viernes, en un comunicado a través de un vídeo, que padece cáncer. Middleton explicó que en el momento de su cirugía abdominal, se creía que su condición no era cancerosa, sin embargo, las pruebas postoperatorias revelaron que sí lo era.
Ahora una experta en psicología, y comunicación no verbal, dice que Kate miente.
Sin duda, grabar un vídeo contándole al mundo cuál es tu estado de salud, cuando además no esta no es buena, debe de ser una experiencia muy desagradable. Posiblemente, con el objetivo de tranquilar a la población, decidieron que fuese la propia princesa quien lo contase de viva voz, y que así su fans pudiesen ver que «está bien». Pero no todos parecen creerse sus palabras.
Lucía Etxebarrría, conocida escritora española y psicóloga, hizo recientemente un vídeo en Instagram analizando la comunicación no verbal de Kate, y dice que los mensajes de su cuerpo y sus gestos contradicen sus palabras.
«Si habéis percibido que esta mujer está muy forzada y que en algún momento miente, y lo habéis percibido de forma inconsciente, felicidades», dice la psicóloga a sus seguidores, y continúa: «La comunicación no verbal la percibimos, en muchas ocasiones, sin la necesidad de estar entrenados (…) De nuestros discurso solo el 10% son las palabras, todo lo demás es la inflexión, el tono, la forma de mover las manos, los colores, todo te está transmitiendo un mensaje».
Lo que dicen su cabello y su ropa
Etxebarria comienza analizado su aspecto físico. «El pelo, o bien lleva extensiones o bien se lo han ahuecado mucho, pero se han esforzado en hacer una especie de cascada de pelo muy largo que la rodee como un halo, ¿para qué?, para dar la impresión de salud o impresión regia». La psicólogo explica que a reyes y reinas se les ponían pelucas y coronas para agrandar sus cabezas, para transmitir sensación de salud y abundancia, y esto es lo que han pretendido hacer con el cabello de Kate.
Etxebarría señala que Kate lleva un jersey más grande de su talla, y comenta: «creo que lleva hombreras», y añade, «y lleva líneas, algo que se hace para agrandar. Ella debe de estar delgadísima y han buscado algo que pueda agrandarla lo máximo posible».
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Su lenguaje corporal la contradice
«En la sonrisa auténtica, las mejillas se elevan y se hacen arruguitas en los ojos, ella fuerza una sonrisa que no siente», añade Etxebarría con respecto la sonrisa de Kate.
Etxebarría comenta, también, que Kate, la mayor parte de su discurso, tiene las cejas hacia abajo, justo como pintaríamos las cejas de un muñeco triste. «Está triste», sentencia la escritora y psicóloga.
La psicóloga comenta que la postura de las manos es una postura defensiva, «está muy tensa».
La mirada delata su mentira
Kate dice en su comunicado que está en la primeras etapas de su tratamiento, y en ese momento mira hacia bajo. «No es verdad porque ha mirado hacia abajo, ella misma no se cree lo que dice, posiblemente lleva más tiempo o (la quimioterapia) sea más agresiva de lo que dice», revela la experta.
Kate dice «William»
La psicóloga hace referencia a una palabra exacta como un detalle relevante «William». Al hablar de su esposo, «la princesa no dice mi marido o el principe de gales, que sería lo protocolaria, porque quiere que lo sientas cercano, porque está harta de que te metas con su marido», sugiere Etxebarría.
La experta concluye diciendo que se nota que tiene muy ensayado el discurso, pero su lenguaje no verbal contradice sus palabras, «y por eso la sientes tan forzada», concluye.
Honra a Kate el hecho de que haya salido a hablar ella misma para tranquilizar a sus fans, pero es obvio para muchos, y absolutamente normal, que no se encuentre tan bien y fuerte como dice estar. Esperemos que el tratamiento le vaya muy bien y esté de verdad pronto recuperada.