Puede que hayan pasado décadas desde que la serie de TV Three’s Company (Tres son multitud, en Hispanoamérica, Apartamento para tres, en España) apareció en nuestras pantallas, pero sus risas aún resuenan en nuestros corazones. Con personajes inolvidables y malentendidos desternillantes, esta comedia clásica revolucionó su género. Ahora, una de sus protagonists, Joyce DeWitt, nos desvela qué hizo que se convirtiera en un tesoro atemporal…
Desde las hilarantes travesuras de tres compañeros de piso solteros hasta las inolvidables interpretaciones de John Ritter y Suzanne Somers, Apartamento para tres/ Tres son multitud sigue siendo un clásico de la televisión estadounidense que cruzó fronteras. Parece mentira que hayan pasado 40 años desde que se emitió el final de la serie en ABC, sin embargo su encanto y su humor siguen resonando hoy en día.
Para ilustrar cuánto hace que esta serie se convirtió en un éxito, acabo de ver la intro. Ver las tomas del muelle de Santa Mónica durante el apogeo de la serie me recuerda lo mucho que ha cambiado desde que rodaron allí. Por desgracia, dos de sus protagonistas, John Ritter y Suzanne Somers, ya no están con nosotros, los dos actores nos fueron arrebatados demasiado pronto. Pero Joyce DeWitt, de 75 años, mantiene vivo el espíritu de la serie y comparte con nosotros sus vibrantes historias y sus entrañables recuerdos.
«Las experiencias más entrañables, preciosas, tiernas -y totalmente inesperadas- que me ha proporcionado el trabajo en ‘Three’s Company’ son los muchísimos adultos que me han contado que la serie fue un refugio seguro con el que pudieron contar durante su adolescencia, para algunos, el único refugio seguro», declaró Joyce DeWitt a US Weekly.
DeWitt se convirtió en un icono de la televisión y alegraba el día a día de millones de personas. Apareció en 171 episodios de la serie entre 1976 y 1984. «Fue un regalo. Fue un icono. Pero, ¿quién lo habría pensado?», dijo Joyce DeWitt a The Spec. «Lo único que intentábamos era hacer reír a la gente. Cuando pienso en ello, el espectáculo era realmente un intento de hacer una versión contemporánea de una farsa del siglo XVI. Se trataba de hacer volar la imaginación. A veces hablábamos de temas serios, pero siempre había algo por debajo».
«John Ritter solía decir: ‘No queremos que la gente solo se ría, sino que se caiga de risa en el sofá'», y añade: «Lo importante siempre fue la profundidad de la amistad y el amor que se tenían esos personajes. Eso es lo que atraía a la gente».
Tras el final de Apartamento para tres/Tres son multitud, DeWitt se alejó de los focos durante más de una década antes de volver a actuar. Sin embargo, independientemente de lo que haya hecho o planee hacer en el futuro, la gran mayoría siempre la relacionará con esa serie icónica. Y hay una razón muy sencilla para ello, según DeWitt.
«Era un ‘tiempo muerto’ de las circunstancias opresivas, desafiantes y difíciles que atravesaban en sus jóvenes vidas», dice DeWitt y añade: «Y, por cierto, dicen que los personajes también hacían estupideces y locuras que les hacían reír. Pero fue el amor, la confianza y el apoyo de los personajes, de los unos a los otros, lo que los convirtió en fans para toda la vida.»
Cuando se ven fotos inéditas del plató de la serie, la camaradería entre el reparto brilla con luz propia, especialmente en las imágenes de Joyce DeWitt y Suzanne Somers, que interpretaba a la entrañable Chrissy Snow. Ambas actrices interpretaron a mujeres jóvenes en una industria dominada por los hombres. Contribuyeron tanto al éxito de la serie como John Ritter, y en aquellos primeros días, sus sonrisas en las fotos cuentan una historia de amistad y colaboración.
Sin embargo, bajo las risas, las tensiones latían a fuego lento. Mientras que Somers era aclamada por su papel de «la rubia más tonta de América», su lucha por la igualdad salarial creó fisuras que crecerían con el tiempo. Al exigir un aumento salarial del 500% -de 30.000 a 150.000 dólares-, su relación con DeWitt se volvió tensa. El plató, antes lleno de alegría, estaba ahora plagado de conflictos.
Somers siempre había considerado el programa como un negocio entre actores serios, y se dio cuenta de que su enfoque molestaba a sus compañeros. Somers fue finalmente despedida, pero tuvo que terminar la quinta temporada en extrañas circunstancias. Aislada de sus compañeros de reparto, rodó sus escenas a través de extrañas llamadas telefónicas, escoltada por seguridad. La tensión fue en aumento, lo que provocó una desgarradora ruptura entre Somers y DeWitt. Durante más de 30 años no se dirigieron la palabra, un silencio que parecía difícil de romper cuando se ven sus primeros años juntos.
«Me pintaron como si intentara arruinar el programa», dijo Somers en 2020. «Así que nunca volví a hablar con nadie de ese serie. Nunca más». Algunos especularon con que la rivalidad de DeWitt contribuyó a la salida de Somers, pero en última instancia fueron las negociaciones salariales las que abrieron una brecha entre ellas. Sus diferentes circunstancias -Somers como madre soltera que necesitaba seguridad económica y DeWitt centrada en su carrera- complicaron aún más su relación.
«Teníamos enfoques muy diferentes de nuestras carreras», dice DeWitt sobre la relación entre ella y Somers tras el programa. «Teníamos necesidades muy distintas. Yo no tenía un hijo al que mantener sola. No tenía cabeza para los negocios, así que no entendía a alguien que sí la tenía».
Sin embargo, en un hermoso giro, los dos finalmente se reunieron en febrero de 2012 en el programa de entrevistas de Somers, Breaking Through. Estaba claro que habían enterrado el hacha de guerra. Las ex co protagonistas se dieron un sentido abrazo y su conversación abierta sobre el pasado ofreció un atisbo de sanación.
DeWitt expresó su profundo respeto por los logros de Somers, diciendo: «Te enfrentaste a la crueldad, y se vino abajo, pero lo que has llegado a hacer es inconmensurable». Este momento puso de relieve la fuerza de su trayectoria y el poder de la reconciliación. Las dos actrices siguieron siendo amigas hasta el trágico fallecimiento de Somers en 2023.
En la entrevista con US Weekly, DeWitt habló con cariño de sus difuntas compañeras de reparto, rindiendo homenaje a su impacto duradero. Reflexionando sobre Somers, que falleció de cáncer de mama, DeWitt la describió como «absolutamente maravillosa». También rindió homenaje a Ritter, que murió en 2003 durante una operación de corazón, diciendo que fue «un verdadero regalo».
Al volver a ver las fotos de la serie, nos transportamos a una época diferente y más feliz, rebosante de risas, amistad y momentos inolvidables. Estas imágenes del plató no solo celebran la alegría que el reparto llevó a nuestras pantallas, sino que también ponen de relieve el legado perdurable que han dejado.
RIP John Ritter y Suzanne Somers, desaparecidos pero nunca olvidados. Gracias por los buenos recuerdos. Comparte este artículo si también quieres que sean recordados.
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