El camino de esta talentosa actriz hacia la fama y la fortuna fue largo y traumático, pero es un testimonio de la capacidad para superar un pasado doloroso. Nacida como Demi Gene Guynes, el 11 de noviembre de 1962, se vio abocada a una vida caótica casi de inmediato, ya que su padre, Charles Harmon Sr., aviador de las Fuerzas Aéreas, abandonó a su madre, Virginia King, tras sólo dos meses de matrimonio, dejando a Virginia sola para criar a la pequeña Demi, la hoy reconocida actriz Demi Moore. Esta es su impresionante historia:
Poco después del nacimiento de Demi, su madre se volvió a casar con Dan Guynes, un hombre que trabajaba en publicidad en periódicos. Desgraciadamente, los frecuentes cambios de trabajo de Dan llevaron a la familia a trasladarse numerosas veces durante la infancia de Demi.
Los primeros años de Demi estuvieron marcados por importantes retos físicos y emocionales. Tuvo que luchar contra una enfermedad renal, y tuvo que someterse a dos operaciones para corregir un caso grave de estrabismo (una afección que le hacía tener los ojos bizcos).
Cuando Demi cumplió 13 años, su vida volvió a dar un vuelco al descubrir que el hombre que creía su padre, Dan Guynes, era en realidad su padrastro. Al enterarse, Demi se fue a vivir con su abuela, distanciándose del problemático hogar de su madre.
Comienzos profesionales
Tras abandonar los estudios en el instituto de Fairfax cuando era adolescente, Demi se aventuró en el mundo del modelaje y fichó por la agencia Elite Modeling. Sin embargo, su verdadera vocación era la interpretación, a la que se dedicó poco después de casarse con el músico Freddy Moore en 1981.
Demi adoptó el apellido de su marido y lo mantuvo durante toda su carrera, incluso después de que su matrimonio terminara cinco años más tarde. Al principio de su carrera, actuó en Hospital Centtral y en películas como Choices, No Small Affair y Blame It on Rio. Sin embargo, no fue hasta 1985, cuando protagonizó St. Elmo’s Fire, cuando obtuvo un verdadero reconocimiento.
El verdadero punto de inflexión en su carrera se produjo en 1990, cuando protagonizó la película de fantasía romántica Ghost. La película se convirtió en un éxito masivo y elevó a Demi a la categoría de estrella de Hollywood. Siguió consolidando su lugar en la industria con papeles en A Few Good Men, Indecent Proposal y Disclosure. En 1995, Demi se convirtió brevemente en la actriz mejor pagada de Hollywood por su papel en Striptease, con un sueldo récord de 12 millones de dólares, según Vanity Fair.
En su vida personal, Demi se casó con el actor Bruce Willis en 1987, y la pareja se convirtió en una de las parejas más famosas de Hollywood. Tuvieron tres hijas juntos -Rumer, Scout y Tallulah-, pero su matrimonio terminó en divorcio en 2000. A pesar de la separación, Demi y Bruce han mantenido siempre una sólida relación de co parentalidad, y la actriz le ha apoyado a Willis en su lucha contra la demencia.
En 2005 se casó con el actor Ashton Kutcher, pero su relación terminó en 2013. Durante su matrimonio, Demi perdió el bebé que esperaba, a los seis meses de embarazo, una pérdida que la dejó destrozada y que compartió con franqueza en sus memorias.
Infancia dolorosa
Las memorias de Demi de 2019, Inside Out, revelaron el alcance de su tumultuosa infancia y sus luchas personales. Sus padres lucharon contra el alcoholismo, y su hogar estaba a menudo lleno de caos, infidelidad e inestabilidad.
Demi estaba a cargo de su inestable madre, que la llevaba de excursión a bares y clubes locales, detalló Y! Entertainment. Uno de los acontecimientos más traumáticos de su vida ocurrió cuando Demi tenía solo 12 años. Su madre intentó suicidarse y Demi se vio obligada a salvarla quitándole físicamente las pastillas de la boca. «Recuerdo utilizar mis dedos, los pequeños dedos de una niña, para sacar de su boca las pastillas que mi madre se había intentado tragar», escribió Moore en su libro, según The Guardian.
Otro recuerdo doloroso de la juventud de Demi fue una experiencia angustiosa a los 15 años, cuando un hombre la violó y afirmó que había pagado a su madre 500 dólares por el acto. «Fue una violación», dijo más tarde la actriz, que ahora tiene 61 años, durante una entrevista en Good Morning America. “Y una traición devastadora, revelada por la cruel pregunta del hombre: ¿qué se siente al ser prostituida por tu madre por 500 dólares?”.
Cuando se le preguntó si creía la afirmación del hombre, Demi respondió: «Creo, en el fondo de mi corazón que no. No creo que fuera una transacción directa. Pero aun así le dio acceso y me puso en peligro». La relación de Demi con su madre siguió siendo tensa durante años, sobre todo después de que el suicidio de su padrastro, en 1980, agravara el alcoholismo de su madre. Demi cortó finalmente los lazos con su madre en 1990, pero se reconciliaron antes de la muerte de su madre de cáncer en 1998.
Está claro que Demi ha superado importantes retos en su vida, pero sus desgarradoras memorias solo ponen de relieve lo lejos que ha llegado en términos de curación y autorreflexión. Que las personas famosas hablen sobre estos temas da un ejemplo de incalculable valor, como muestra de que nadie tiene que avergonzarse de las situaciones difíciles que ha vivido.
