El lenguaje corporal es una ventana fascinante a nuestro subconsciente, que revela emociones, rasgos de personalidad e incluso nuestros procesos de pensamiento. Un aspecto del lenguaje corporal que se suele pasar por alto es la posición de las piernas al sentarse. Cruzadas, estiradas o recogidas, cada postura puede decir mucho sobre quién eres y cómo interactúas con el mundo.
La postura de una persona al sentarse puede ofrecer una visión profunda de su personalidad, revelando sus intenciones e incluso rasgos ocultos. Los expertos sugieren que la posición de las piernas al sentarse puede ser especialmente reveladora. Repasemos algunas posiciones de las piernas y descubramos qué revela cada una de ellas.
Posición A
Si tiendes a sentarse con las piernas en posición de «A», las rodillas juntas pero los pies separados, lo más probable es que prefieras evitar las confrontaciones y los retos. En lugar de abordar los problemas, puede que los ignores o eches la culpa a los demás, lo que puede llevarte a perder tiempo y oportunidades.
Estos individuos suelen ser encantadores, creativos y juguetones, y poseen una personalidad magnética que atrae a los demás. A pesar de su atractivo, a veces puede hablar impulsivamente sin considerar las consecuencias.
Piernas cruzadas
Sentarse con las piernas cruzadas, ya sea a la altura de la rodilla o del tobillo, es una de las posturas más comunes. Esta colocación de las piernas sugiere que eres confiado y seguro de ti mismo, pero también protector y defensivo.
Si las cruzas por la:
Rodilla: estás relajado y con aplomo.
Los tobillos: Eres más reservado y tiendes a ser formal.
Ambas posiciones también pueden poner de manifiesto una preferencia por la intimidad, ya que el movimiento de cruce crea una barrera.
Postura en V
Si te sientes más cómodo sentado con los dos pies uno cerca del otro y las piernas separadas, es muy probable que te aprecien en el trabajo por tus ideas innovadoras. Esto se debe a que no te gusta la monotonía, que te motiva a buscar nuevas experiencias, explorar nuevos horizontes y forjar relaciones significativas allí donde te aventuras.
Te niegas a aceptar el fracaso y tienes la confianza necesaria para empezar de nuevo, reconstruyendo desde los cimientos. Sin embargo, como tiendes a ser algo desdeñoso, incluso puede que te perciban como arrogante, los demás pueden encontrar este tipo de personalidad fría y distante.
Pies firmes en el suelo
Sentarse con las piernas juntas y los pies apoyados en el suelo proyecta una sensación de disciplina y atención. Tienden a ser personas más abiertas y expresivos con sus emociones, y en ocasiones pueden resultar demasiados directos, ya que no les da miedo compartir sus pensamientos.
Por el contrario, los que se sientan con los pies cruzados o debajo de la silla pueden encontrar difícil socializar, ya que a menudo lo ven como un entorno competitivo en el que deben ser cautelosos con los demás.
En el lado negativo, es posible que te cueste aceptar las críticas, ya que las percibe como un ataque personal más que como un comentario constructivo.
Rodillas juntas, piernas inclinadas
Si te gusta sentarte con los pies en el suelo, las rodillas tocándose pero las piernas inclinadas hacia un lado, es probable que seas paciente y decidido. Tu aspecto físico es una prioridad y te esfuerzas por presentarte de la mejor manera posible.
Tampoco te gustan las prisas y cree que las cosas se pondrán en su sitio a su debido tiempo. Sin embargo, puedes ser inseguro y tener problemas con las críticas, tomándotelas como algo personal, lo que te lleva a ponerte a la defensiva.
La postura al sentarse de una persona puede revelar detalles intrigantes sobre su carácter. Desde su apertura emocional hasta sus niveles de confianza, incluso una simple elección de postura al sentarse puede ofrecer valiosas pistas sobre nuestra personalidad.
La próxima vez que te sientes, presta atención a la posición de sus piernas ¡y cuéntanos en que categoría te encuentras!
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