La idea de unirse al «Club de los 10.000 metros» puede parecer una fantasía descarada, pero ¿con qué frecuencia ocurre realmente? Una azafata revela los detalles y explica lo que sucede si te atrapan in fraganti.
Según una encuesta realizada a más de 11.000 usuarios de sitios web de citas en Estados Unidos y Reino Unido, solo alrededor del 5 % de las personas ha tenido relaciones sexuales en un avión, aunque un sorprendente 78 % dijo que le gustaría probarlo.
Por supuesto, dejando de lado las fantasías, la realidad es un poco menos glamurosas, los baños de los aviones suelen ser estrechos, huelen a lejía y son todo menos románticos.
Si a eso le sumamos el inevitable paseo de la vergüenza de vuelta al asiento mientras todo el mundo mira, es fácil entender por qué esta «aventura» no es lo que parece.
Con qué frecuencia la gente intenta unirse al club de los 10.000 metros
Luego, por supuesto, está la tripulación de cabina, profesionales que lo han visto todo y hace tiempo que dejaron de encontrarlo divertido o sexy.
Mandy Smith, azafata y autora de Cabin Fever: The Sizzling Secrets of a Virgin Air Hostess, revela ahora con qué frecuencia los pasajeros prueban suerte según lo que ella ha visto, y lo que ocurre cuando inevitablemente los descubren.
A pesar de que el tópico está muy extendido, Mandy dice que ocurre con mucha menos frecuencia de lo que se podría imaginar. Un detalle que concuerda con la encuesta mencionada anteriormente.
«Diría que uno de cada veinte o treinta vuelos», admitió durante una entrevista con Ladbible.
«No muy a menudo».
¿Y cómo lo gestionan los empleados?
Normalmente, basta con llamar a la puerta del baño.
«Es peor cuando hay niños a bordo y es de día», dijo.
Sin embargo, en los vuelos nocturnos, Mandy confesó que a veces adopta un enfoque más indulgente: « Si es un vuelo nocturno y son discretos, probablemente ni siquiera los interrumpiría, si os soy sincera».
Una historia incómoda
Aun así, no todos los pasajeros se dejan disuadir tan fácilmente. Mandy compartió una historia especialmente incómoda sobre una joven viajera decidida:
«Una de mis amigas se encontró con una situación en la que había una joven de 18 años que estaba decidida a unirse al club de los que han tenido relaciones sexuales en un avión, y simplemente iba por cualquiera», dijo.
Incluso después de que la tripulación interviniera y la enviara de vuelta a su asiento, ella no había terminado.
«Se sentó de nuevo en su asiento y, aproximadamente media hora después, volvió a levantarse con otro tipo para intentar unirse al club de los que han tenido relaciones sexuales a gran altura», recordó Mandy.
«Mi amiga dijo que fue a hablar con sus padres, porque en realidad estaba viajando con su madre y su padre. Solo tenía 18 años, pobrecita, no volvió a hacerlo».
Aunque no es explícitamente ilegal, mantener relaciones sexuales en un avión puede exponerte a cargos por indecencia pública. En los vuelos entre países, las leyes pueden variar en función del lugar de despegue y aterrizaje del avión, el país de origen de la aerolínea, la matrícula de la aeronave e incluso la nacionalidad de los pasajeros.
MÁS NOTICIAS:
Erin Brockovich: El verdadero George, hijos y hechos desconocidos
El aspecto actual de Patricia Krentcil, la «mamá bronceada»
