Bruce Willis vive ahora en una casa de una sola planta, separada de su familia, como parte del tratamiento de su demencia, según ha declarado su esposa, Emma Heming Willis.
En un nuevo especial de la cadena ABC, Emma & Bruce Willis: The Unexpected Journey, Emma habló abiertamente sobre una de las «decisiones más difíciles» que ha tenido que tomar hasta ahora a raíz del devastador diagnóstico de su esposo.
Como probablemente recordarán los lectores, a Willis le diagnosticaron demencia frontotemporal (FTD) en 2023, menos de un año después de que le diagnosticaran afasia.
Desde que el icónico actor de Die Hard se retiró del foco público, las noticias sobre su estado han sido escasas y esporádicas. En marzo, una fuente dijo a In Touch que Willis «no expresa mucho hambre», y explicó que su peso y su disminución del apetito son signos de un deterioro progresivo.
Según los familiares, el reto en casa es asegurarse de que coma lo suficiente, que no se salte ninguna comida y que su dieta esté llena de alimentos que puedan mejorar su salud en lugar de perjudicarla… Es una situación triste que debería resultar familiar a cualquiera que tenga un familiar cercano con demencia o Alzheimer.
La fuente añade que su agudeza mental está disminuyendo y añade: «Ya no puede comunicarse y tiene dificultades para reconocer a las personas».
En ese momento, Emma Heming Willis reveló que se sentía «provocada» por «información errónea» que afirmaba que «ya no queda alegría en mi esposo».
En un nuevo programa especial de ABC, emitido el 26 de agosto, Emma le contó a Diane Sawyer que su esposo se había mudado a una residencia separada para continuar con su tratamiento.
«Sabía, ante todo, que Bruce querría eso para nuestras hijas», dice Emma refiriéndose a las dos niñas que tienen en común, Mabel Ray, de 13 años, y Evelyn Penn, de 11. «Él querría que estuvieran en un hogar más adaptado a sus necesidades, no a las suyas».
Emma contó cómo la familia había tomado la decisión de trasladar a Bruce a una segunda residencia cercana «hace algún tiempo», tras descubrir que el ruido podía agravar el estado del actor. Eso significaba que sus hijas ya no podían invitar a sus amigos a jugar ni a dormir en casa.
«No sabía si los padres se sentirían cómodos dejando a sus hijos en nuestra casa», dijo Emma. «Aislé a toda nuestra familia, y eso fue a propósito… Fue una época difícil».
Primeros síntomas
También detalló cómo la nueva residencia de Bruce es más bien una «segunda casa» para la familia.
«Estamos allí mucho», explicó Emma. «Es nuestra segunda casa, así que las niñas tienen sus cosas allí».
«Es, ya sabes, una casa llena de amor, calidez, cariño y risas. Ha sido maravilloso ver eso, ver cómo muchos de los amigos de Bruce siguen acudiendo a verle, ya sabes, aportan vida y diversión».
Emma Heming Willis también habló abiertamente sobre los primeros síntomas de su esposo, describiéndolos como «alarmantes y aterradores».
«Para ser alguien muy hablador y muy participativo, se volvió un poco más callado y, cuando la familia se reunía, se derretía un poco», dijo Heming Willis a ABC sobre los primeros síntomas que experimentó su esposo.
«Se sentía un poco distante, un poco frío, no como Bruce, que era muy cálido y cariñoso. Ser todo lo contrario a él era alarmante y aterrador».
«Bruce sigue siendo muy activo», dijo Emma en otra parte de la entrevista. «Bruce goza de muy buena salud, en general, solo es su cerebro el que le falla.
Está perdiendo el lenguaje y, bueno, hemos aprendido a adaptarnos. Tenemos una forma de comunicarnos con él, que es simplemente diferente, una forma diferente».
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