Lo admito, ver faltas de ortografía hace que a veces juzgue más negativamente a quien las comete. Cierto que quizás es porque me dedico a escribir, aunque según un reciente estudio puede que también sea porque soy introvertida y odiosa. Y es que según un trabajo publicado por la Universidad de Michigan aquellos que más se irritan al ver errores gramaticales tienen rasgos de personalidad muy particulares.
Lingüistas de la Universidad de Michigan estudiaron las reacciones de un grupo de voluntarios a correos electrónicos con faltas de ortografía. Trataron de hallar coincidencias en edad, sexo y educación entre aquellos que se molestaron más al ver estos errores.
Pero los factores que tenían más papel en esta reacción frente a las faltas de ortografía nada tenían que ver con edad, sexo o educación sino con rasgos de personalidad específicos.
Los profesores Julie Boland y Robin Queen, que condujeron este estudio, explicaron en la revista Public Library of Science One, que “diferentes rasgos de personalidad fueron relevantes para los dos tipos de errores.
“Las personas más extrovertidas eran propensas a pasar por alto errores que en las personas introvertidas llevaría a que juzgaran a la persona que los cometió de una forma más negativa”.
Los investigadores creen que esto se debe a que las personas introvertidas procesan el lenguaje de forma distinta al resto. Podría ser que son más sensibles a la variabilidad en el lenguaje cuando se dan errores, lo que les obliga a hacer un esfuerzo mental extra para procesarlo. Es por ello que quizás se irritan más cuando ven faltas de ortografía.
El estudio podría ayudar a los lingüistas a analizar la compleja interacción entre lenguaje y personalidad, en el sentido de cómo la personalidad influye en el modo en que se interpreta el lenguaje.
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