Él le preguntó si necesitaba ayuda y la mujer le dijo que estaba pasando por unos momentos duros económicamente. Chris no lo dudó, pagó por la gasolina y la condujo hasta el coche, para que pudiera irse de ahí. Se despidieron y Chris se fue a la iglesia.
Tres años después, Chris estaba en un hospital de Georgia porque habían hospitalizado a su madre, Judy, enferma de parkinson. Ella ya podía dejar el hospital y decidieron que la mujer recibiera atención en su propia casa.
Llamaron a la mujer y acordaron una hora en la que pudieran encontrarse en la casa de Judy. Cuando Chris y la mujer, llamada Tunde, se vieron las caras, él escuchó una historia que le era familiar.
Tunde le habló de lo que sucedió años antes, cuando un desconocido la ayudó a pagar la gasolina y la llevó hasta su vehículo.
Chris inmediatamente entendió lo que estaba pasando y exclamó: «¡Era yo!».
Cuando Tunde supo quién estaba frente a ella, ni ella ni Chris pudieron contener las lágrimas. Tunde continuó cuidando a Judy hasta que falleció en julio de ese año. pero Chris y su familia Tunde sabía quién era el que estaba delante de ella, ni ella ni Chris mantener las lágrimas. Tunde continuó cuidado de Judy hasta que tristemente falleció en julio de este año. Pero Chris y su familia tenían algo preparado para su cuidadora.
Tunde contaba a menudo que quería estudiar enfermería en la universidad, así que en lugar de flores como agradecimiento a su gran ayuda iniciaron una colecta en internet. El objetivo era reunir 1000 dólares, pero después de una semana la familia acumuló más de 6000.
Llegó el día en el que hicieron entrega del regalo a Tunde. El momento fue muy emotivo y fue capturado en un video.
Desde entonces, la familia y cientos de extraños de todo el país donaron dinero para su educación. Se donaron más de 18.000 dólares para ayudarla.
En el video de abajo puedes ver el gran momento en el que Tunde recibe el regalo de la familia Whright. Se me saltan las lágrimas al ver cómo su sueño se hizo realidad.