Una de las mejores cosas que tienen los programas de talento es que dan la oportunidad de dar a conocer las excepcionales habilidades de personas que no encajan precisamente con el perfil más comercial. No es muy extraño que este formato de programa se haya hecho tan popular en países por todo el mundo. Muchos nos sentimos identificados con estos artistas que hasta ahora sólo pudieron exhibir sus dotes en la ducha o frente a un público meramente familiar. Recientemente, en Nueva Zelanda, una participante se ganó el corazón de todos. Una mujer llamada Olivia Turner, de 91 años, se subió al escenario dispuesta a darlo absolutamente todo.
Olivia Turner es de Christchurch, una ciudad azotada por un terrible terremoto que destruyó su casa en 2011.
Pero esta ama de casa nunca perdió la sonrisa, la ayuda en parte una de sus mayores aficiones: siempre que puede agarra el micrófono porque le encanta cantar.
Esta vez se propuso un reto mucho mayor, participó en la segunda temporada de “New Zealand’s Got Talent” (Nueva Zelanda Tiene Talento).
Cuando empezó a sonar la música entonó las primeras notas de la famosa canción “I Could’ve Danced All Night”, interpretada por Julie Andrews en la película “My Fair Lady”.
Mira la espectacular actuación de Olivia en este clip: