Jedi es un perro detector de diabetes. Él tiene tres años y siempre acompaña a Luke,de siete años, quien tiene diabetes tipo 1 desde los dos años. Viven en Glendale California en Estados Unidos y sus vidas parecen totalmente normales, excepto a que siempre tienen que estar pendientes del nivel de azúcar en la sangre de Luke. Desde cachorro Jedi está entrenado a avisarle a Dorrie, la madre de Luke, cuando el nivel de sangre cambia. Hace muy poco se mostró que sus habilidades son muy útiles.
Debido a que el páncreas de Luke no puede producir insulina, sus niveles de azúcar en la sangre puede aumentar o disminuir rápidamente. Pero por suerte desde hace unos años siempre tiene a Jedi a su lado.
Cuando el nivel de azúcar en la sangre disminuye demasiado, Luke pierde la sensibilidad en las manos y en los pies, se marea y le duele el estómago, cuenta su madre Dorrie a ABC News. Y si es el contrario, con alto nivel de azúcar, los órganos vitales se pueden dañar.
El labrador Jedi puede descubrir los cambios del azúcar con su olfato y tiene una forma de avisarle a Dorrie cada vez que ocurre.
Una noche reciente se le bajaron los niveles de azúcar a Luke, pero gracias a Jedi su madre Dorrie se enteró a tiempo. Unos días después ella escribió sobre lo que había sucedido por Facebook y ya ha sido compartido más de 184 000 veces.
”Jedi bajó de la camá y subió de nuevo, a pesar de que lo sintiera no me desperté. Entonces Jedi se acostó encima de mí y me desperté… sin Jedi no me hubiera enterado de los niveles peligrosos del azúcar”, escribe Dorrie en el mensaje que ahora tiene cientos de miles de interacciones.
Luke lleva un monitor de glucosa que manda señales al teléfono de su madre, pero por lo general Jedi siempre siente los cambios de azúcar más rápidamente. Y a pesar de que muchas veces hubiera sido suficiente con el monitor, Jedi ha ayudado en varias formas, le cuenta Dorrie a ABC News.
–Los dos siempre hacen tonterías juntos y Jedi le ha dado mucha alegría y muchas risas. El diabetes tipo 1 forma parte de la niñez de Luke, yo quiero asegurarle de que la enfermedad no vaya a impedirle nada en su vida, le dice la mamá al canal de televisión.
¿Y quién sabe qué sucedería si su madre alguna vez durmiera tan profundamente que la señal de su teléfono no le despertara? En cambio con un perro que se acuesta encima de uno es un poco más difícil seguir durmiendo. Además Jedi acompaña a Luke, tanto en tiempos alegres como en tiempos difíciles. A veces el niño se frustra y se pregunta si alguna vez será libre de la enfermedad. Por suerte él y Jedi se tienen uno al otro.
¿Te parece una historia bonita? Compártela con tus amigos.
