11 señales de que tu gato se acerca al final

Los gatos son más que simples mascotas: son nuestros compañeros y parte de la familia. Llenan nuestros hogares de amor, encanto y calidez. Pero aunque desearíamos que vivieran para siempre, llega el día desgarrador en el que debemos prepararnos para decirles adiós.

Ver a un gato querido envejecer o enfermar es una de las cosas más difíciles que puede experimentar el dueño de una mascota. Los gatos son maestros en ocultar su dolor, por lo que puede ser difícil detectar cuándo están empezando a acercarse al final de sus vidas.

Si reconoces las señales de que tu gato no está bien, puedes darle el cuidado y el amor que se merece en sus últimos días. En esta guía, repasaremos tanto los signos obvios como los más inesperados de que un gato se acerca al final de su vida, y lo que puedes hacer para darle la despedida más pacífica posible.

1. Al escondite

Los gatos siempre han sido conocidos por su independencia, y esto se aplica incluso cuando no se sienten bien. Como depredadores naturales, pero también como presas, los gatos tienen comportamientos instintivos salvajes. Cuando un gato se enferma o se muere, a menudo se retira y busca lugares apartados. Este es un mecanismo de defensa para protegerse de posibles depredadores y peligros.

Incluso los gatos domésticos domesticados siguen teniendo este instinto. Muchos dueños de gatos descubren que su gato de repente se vuelve más retraído o se esconde debajo de los muebles, en armarios u otros lugares ocultos cuando no se encuentra bien. Esto puede ser una respuesta natural al dolor o la debilidad, pero también puede ser una señal de que se acerca al final de su vida.

2. Disminución del apetito y la sed

Uno de los indicios más claros de que un gato se acerca al final de su vida es una notable disminución del apetito y la sed. Los gatos moribundos suelen dejar de comer y beber por completo. Esto puede ser una experiencia dolorosa para los dueños, pero es una parte natural de la forma en que el cuerpo se prepara para la etapa final de la vida.

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3. Más descanso y sueño

La personalidad de su gato puede empezar a cambiar. Algunos gatos cambiarán su nivel de actividad y pueden volverse más débiles y menos activos. Una señal también puede ser que pasen más tiempo descansando o durmiendo.

4. Cambio en los patrones de respiración

Cuando un gato está gravemente enfermo o cerca del final de su vida, su respiración puede alterarse notablemente. Algunos gatos empiezan a respirar más superficialmente, mientras que otros pueden desarrollar un ritmo respiratorio más irregular. Esto suele deberse al debilitamiento del cuerpo y a que los órganos empiezan a funcionar más lentamente.

5. Pérdida de interés en su entorno

El gato puede volverse apático y menos interesado en el entorno y en las personas que lo rodean. Un gato que de otro modo es social y juguetón puede empezar a retraerse, mostrar menos respuesta a las voces o al tacto familiares y, en general, parecer distante.

6. El pelaje se vuelve apagado y lanoso

Un signo claro pueden ser los cambios en el estado del pelaje. El pelaje, que antes era liso y bien cuidado, puede volverse apagado, lanoso y desigual. Esto puede deberse a que el gato ya no tiene la energía para acicalarse tan a fondo como antes.

7. Problemas de movimiento y equilibrio

A medida que los gatos envejecen o se enferman, pueden experimentar problemas de movimiento y equilibrio. La enfermedad y la debilidad general pueden dificultar que su gato salte a su lugar favorito, trepe o incluso camine distancias cortas.

8. Cambios de comportamiento

Mientras que algunos gatos se vuelven más reservados y retraídos, otros pueden volverse más sociables y dependientes de la proximidad de su dueño.

Pueden pasar más tiempo en su regazo, seguirle a todas partes o buscar consuelo a través del tacto y los mimos. Este aumento del apego puede ser la forma que tiene un gato de buscar consuelo cuando se siente vulnerable.

9. Náuseas o vómitos

A medida que un gato se acerca al final de su vida, puede experimentar problemas digestivos como náuseas y vómitos. Algunos gatos pueden mostrar signos de malestar al tragar repetidamente, babear más de lo habitual o evitar por completo la comida y el agua.

10. Problemas digestivos

El sistema digestivo puede empezar a funcionar mal, lo que puede provocar diarrea o estreñimiento. Tanto si su gato sufre diarrea como estreñimiento, es importante centrarse en su comodidad y bienestar. Asegúrese de que su gato tiene acceso a agua limpia, un entorno tranquilo y un lugar donde se sienta seguro.

11. Cambios en la temperatura corporal

Otro signo pueden ser los cambios en la temperatura corporal de su gato. Dependiendo de la salud del gato, puede tener tanto una temperatura baja como fiebre alta. La temperatura del gato debe estar entre 38 y 39,3 grados.

Consulte a un veterinario

Como propietario, puede ser difícil ver a su gato en esta fase, pero lo más importante es proporcionarle seguridad y comodidad. Asegúrese de que su gato tenga un lugar tranquilo y cómodo para descansar, y esté ahí para él cuando lo necesite.

Si no está seguro de si su gato tiene dolor o necesita alivio, puede ser una buena idea consultar a un veterinario. Comprender lo que está sucediendo en las etapas finales de la vida de su gato puede facilitarle el poder brindarle el cuidado y el amor que se merece.

Si su gato muestra alguno de estos signos, debe ponerse en contacto con un veterinario lo antes posible. La comodidad y el bienestar de su mascota siempre deben ser lo primero.

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