James Given ha trabajado en la Policía de Cincinnati, en Estados Unidos, 26 años. A lo largo de su carrera ha ayudado a muchas personas, pero el lunes le llegó un caso de lo más inusual. Nunca antes un ganso le había pedido ayuda.
Estaba sentado en un automóvil de la policía cuando un ganso vino hacia él. El ganso se puso delante del vehículo y comenzó a gritar. James le lanzó algo de comida pero el animal la ignoró y continuó gritando. Después comenzó a caminar y se dio la vuelta otra vez, y volvió a gritar al policía. Después de un segundo, se acercó de nuevo a James y parecía que quería realmente captar su atención.
De nuevo el ganso emprendió camino, pero seguía parando y mirando hacia atrás, y James decidió seguirlo. El animal lo llevó hacia una zona de hierba, a unos 100 metros de allí. Y entonces entendió James por qué el ganso se había comportado así. En la hierba estaba una de sus crías enredada con la cuerda de un globo.
James no se atrevía a acercarse en principio al pequeño ganso, tenía miedo de que la madre lo atacase. Pero su colega Cecilia Charron se ofreció a intentarlo. Se acercó al animalito y comenzó a desenredarlo.
Increíblemente satisfecha, la madre parecía entender que estaban allí para ayudar, no hubo ningún intento de atacar, todo lo contrario.
Cuando la cría de ganso estuvo finalmente libre, Cecilia se la acercó a su madre, y las dos se fueron nadando juntas.
Parece casi increíble para ser cierto.¡La mamá ganso se acercó al policía para pecir ayuda!
“No sé por qué seguí al ganso, pero lo hice. Y esto me ha hecho preguntarme: ¿saben que pueden contar con las personas cuando necesitan ayuda?” dijo James después del suceso.
En el siguiente vídeo podéis ver las imágenes del rescate del pequeño ganso.
Preciosa historia. Lo podemos llamar instinto o inteligencia, pero los animales nos recuerdan, con historias como ésta, que sienten y, de alguna forma, piensan mucho más de lo que nos imaginamos. Me encantado esta historia, por eso quise compartirla con vosotros. ¡Compartidla también!