La osa Caesar ha pasado gran parte de su vida en un infierno en la tierra. Ella vivió en una granja en China que recolectaba ingredientes para la medicina tradicional china.
Ella fue cruelmente obligada a abastecer a la granja con bilis de su vesícula biliar. Sus captores le sacaban el líquido durante 24 horas al día y le pusieron un chaleco de metal restrictivo. La dejaron confinada a una pequeña habitación donde apenas podía moverse.
Pero justo cuando parecía que su vida nunca mejoraría, unos defenosres de los animales de gran corazón salieron en defensa de Caesar... y cambiaron todo.
Como miles de osos en China, Caesar creció en lo que podría ser descrito como un infierno en la tierra. La obligaron a vivir en una pequeña habitación y tenía lo que sólo puede ser descrito como un chaleco de tortura que la envolvía. Lo que es peor, Caesar tenía una herida abierta en un lado. La obligaban a suministrar la bilis de su vesícula biliar, lo que ellos usaban para preparar fórmulas de la medicina tradicional china.
“Esta granja de bilis es una de las peores torturas imaginables”, explicaron en Animals Asia, organización que salvó a Caesar.
Caesar sufrió inmensamente en esas condiciones de vida, y es increíble que fuera capaz de sobrevivir. Pero en medio de la oscuridad, sin esperanza sobre el fin de su tortura, todo cambió para ella en 2004 cuando fue uno de los osos afortunados al ser rescatados por Animals Asia.
En aquel momento ella estaba frustrada, triste y seriamente herida. Pero gracias a Animals Asia, fue capaz de liberarse del horrible chaleco y lograr el amor y cuidados que necesitaba y merecía.
Hoy ella se ha transformado en una osa fuerte, majestuosa y hermosa con un maravilloso pelaje.
«Las cicatrices de Caesar no han desaparecido y ahora ella es increíblemente bella osa. ¡Con un peso gigantesco de 271 km, Caesar es toda músculo!
Sus actividades favoritas incluyen nadar y tomar el sol, así como cavar, especialmente cuando el clima es bueno y fresco en otoño.
Aunque la historia de Caesar tiene un final feliz, es importante recordar cuánto trabajo todavía hay por delante para evitar la tortura de animales. En China, se estima que hay unos 10.000 osos encerrados. Con suerte la historia de Caesar servirá como una llamada de atención para que los amantes de los animales del mundo se unan para ayudar a detener esto.
Ningún animal se merece ser tratado de esta forma. Considera apoyar el trabajo de Animals Asia haciendo una donación. Y por favor, comparte esta historia para ayudar a difundir conciencia sobre la urgente ayuda que necesitan los osos chinos.