Dejar el hogar es siempre duro, especialmente si es por mucho tiempo. Pero las despedidas para volver a casa también pueden ser muy duras. Uno está en otro lugar, entabla nuevos lazos y amistades y luego tiene que decir adiós.
Para este hombre la despedida era de heco para toda la vida. Volvía a casa, en la otra punta del mundo, y tenía que despedirse de su mejor amigo de cuatro patas.
Pero cuando ya estaban a miles de kilómetros de distancia el uno del otro, y sin posibilidad de verse, lo único en lo que podía pensar era que quería reencontrarse con su querido perro otra vez.
Entonces tomó una decisión que lo cambió todo.
Ken Wyrsch formaba parte del ejército americano y estaba destinado en Iraq. Poco después de llegar allí encontró un nuevo amigo, un pequeño cachorro.
El perro Ollie se convirtió en un miembro más de la base. Estaba con los soldados todo el tiempo y Ken se convirtió en un «padre adoptivo» para el can. Pasaron muchas horas juntos y se creó entre ellos un fuerte lazo.
«Dejamas la base durante un tiempo para formar parte de varias misiones y cuando volvimos el perro aún estaba allí», cuenta Ken a CBS SF.
Pero llegó el día de volver a California. Ken entendió que tenía que decir adiós a su peludo amigo, pero cuando volvió a Estados Unidos recibió malas noticias.
La base iba a ser cerrada, lo que significaba que Ollie volvería a la calle. Ken no estaba dispuesto a permitir que eso ocurriese.
Ken se puso entonces en contacto con una organización internacional de animales. Ellos consiguieron localizar a Ollie y Ken supo lo que tenía que hacer.
Ollie iba a comenzar una nueva vida con su amigo en los Estados Unidos.
Un mes después todo estaba solucionado. Después de un largo y ruidoso vuelo, Ollie por fin estaba en California, y en el aeropuerto lo esperaba Ken, después de tanto tiempo separados.
El amor y la amistad no tienen fronteras.
Es maravilloso que pudiesen reencontrarse ¿verdad? Compártelo para que más personas conozcan esta bonita historia.