Julio Gascón y su hermano Sam habían deseado, desde hacía mucho tiempo, tener un perro en la familia. En 2012, por fin, acogieron a un gran danés de 8 semanas, Duke.
Este tipo de perros son muy cariñosos y suelen tener mucho apego a sus dueños. Duke no era una excepción, desde el primero día se convirtió en el mejor amigo de Sam y Julio.
Pero en Nochebuena, justo cuando Duke había cumplido un año, la catástrofe fue un hecho. Lo que iba a ser un agradable fin de semana, se convirtió en una pesadilla.
Dejaron a Duke salir al patio y el perro desapareció, y nunca volvió.
Julio y su familia lo buscaron durante meses pero Duke no aparecía, pese a estar registrado y llevar un chip.
Sus dueños, Julio y Sam, estaba destrozados.
Intentaron buscar a su perros durante meses, pero no había rastro de Duke.
”Buscamos por todas partes en los alrededores y pensábamos que en algún momento su cabeza aparecería por detrás de la valla», cuenta Julio a Fox 25.
Pero ahora viajamos el en tiempo, hasta 2015. Fue entonces cuando el agricultor David Walker, estando en su casa, en Navasota, en Texas (Estados Unidos), se quedó totalmente sorprendido al ver un enorme perro, un gran danés, en la entrada de su casa.
”Era una locura”, cuenta David a Fox 25.
Duke estaba entonces a 600 kilómetros de su hogar. David llevó al perro al veterinario y como Duke llevaba un chip pudieron ver quiénes eran sus dueños.
¡En marzo de 2016 llegó el momento del reencuentro de Julio y Sam con su mejor amigo!
Mira las imágenes, los besos que da a sus dueños, a pesar de haber pasado tanto tiempo…
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